Nos despertamos una trágica mañana al saber que tres ancianos desleales, de doble moral y oscuras intenciones, habían orquestado un golpe militar, acompañando la fechoría con la expulsión forzada del país centroamericano a quien el pueblo de Dios en Honduras, escogió como gobernante de turno en las urnas. Los desalmados paramilitares llegaron a la vivienda del líder gobernante tapando su rostro como delincuentes con pasamontañas, rifles, pistolas, revólveres y ametralladoras. Con órdenes expresas de asesinar y masacrar a Manuel Zelaya Rosales y a la familia presidencial sino aceptaba las maniobras de la rancia oligarquía que se las ingenió para doblegar la voluntad popular de los ingenuos e inocentes. El avión que lo secuestró, voló por encima del espacio aéreo de las hermanas Repúblicas de Costa Rica y Nicaragua, violando todas las normas internacionales y creando zozobra en quienes se alistaban ese día para sufragar y escoger el futuro de la nación que aún alberga como otros, a los judas y sicarios en cada temporada de la farsa y moribunda democracia.
La juventud de todas las naciones del mundo, no debe ir obligada a prestar su oficio como soldado de la patria, porque sus jefes de bota militar están contaminados de podridas intenciones en su conciencia e infectados del falso poder que se consigue con las armas o con una pluma llena de violencia, muerte, destrucción y desigualdad. Hubo temblor en las mentes terrenales al saber que otros indisciplinados adultos incluyendo a quienes usan la mitra inquisidora o a esos que con un medio comercial de comunicación, han chupado como vampiros durante miles de años la sangre mortal y han sembrado con cizaña de exterminio y arrogancia, la desigualdad y pobreza, que azota a la humanidad entera desde mucho antes que el Hijo de Dios, hubiera llegado a poner sus santos píes sobre el planeta de la miseria. La diáfana inteligencia de Jesús de Nazaret, le dijo al traidor: “Lo que vas a hacer, hazlo pronto y no regrese”.
La carrera militar está plagada de desencantos y ruines planes que nos hacen vomitar aceite caliente de las alcantarillas y nos ponen los “pelos de punta” aún allí en donde se oculta el sol y se rasga la camisa de los remiendos. Produce asco el color verde olivo usado por los desnaturalizados indisciplinados. Aunque hoy el mismo se ha tornado algo grisáceo para disimular cada error presente y los nefastos episodios del ayer. Lamentablemente los abogados y quienes hacen de jueces representando la justicia de la injusticia, han salido de las universidades que son dirigidas por los mismos que se aprovechan de las algarabías para estafar y robar los recursos que le pertenecen a todos los mortales humanos por igual. Si los militares producen nauseas vagabundas que pueden producir los desalmados legisladores, que aparentan con mediocridad y desenfreno el manipuleo de la justicia terrenal de las oficinas en donde se sientan los rufianes. No es positivo para el futuro del mundo seguir con gente igual o parecida. Los gobiernos deben desintegrar todos los ejércitos. Los batallones deben convertirse en laboratorios de sabiduría, arte, investigación e iniciativas con nuevos ingenios. Otros edificios que hoy usan las fuerzas armadas, deben servir como albergue para quienes no tienen casa o morada. El hombre armado debe emprender de nuevo una vida decente de amor y gracia. Cada unidad militar o de policía, se debe convertir en fuerza de producción y/o en elemento de paz para las otras naturales desgracias.
Los golpistas desgastados y pervertidos, después de ocasionar masacres y hambre en el pueblo raso, pueden morir de infarto sino aceptan la legalidad y la vida de los otros que ellos mismos han convertido en desesperanza. Son las ironías de la vida. Los más viejos y quienes ya se acercan a la muerte son los más corruptos entre la especie humana que empieza su conteo como moribunda. Esta es una de las razones por las cuales la juventud no cree y no acepta a los pésimos, desordenados y malcriados abuelitos de la intolerancia. No todos los mayores de edad brillan como el papel celofán y algunos llegan a la vejez sin haber aprendido a vivir con dignidad. Ahora si entendemos porque el “discípulo amado” del carpintero de Belén, no pasaba los 22 años de edad. Un hombre anciano como el Apóstol Pedro, fue quien negó tres veces al Maestro del amor. El amoroso joven Juan lloró la partida de su consuelo y nunca entendió porque unos depravados hicieron desangrar a quien en vida y aún con su silencio, derrumbó la guerra con ráfagas de ternura y equidad. Quisiéramos hablarles con amor pero hay fuego entre los pervertidos que no permite llamas de crisol. Manuel Zelaya Rosales debe regresar a su patria a terminar con el mandato y a preparar a su pueblo para que no hayan nuevas y torcidas desgracias.
¿Y entonces en quien podemos confiar si todo esta viciado y putrefacto? ¿Y como podemos pensar en el porvenir y esperar un futuro amoroso sino hay un elemento humano como ejemplo a seguir en la contienda desigual?
Leamos la orientación que viene en el Capítulo 3 del Libro Lamentaciones: 1 Yo soy el hombre que ha visto Aflicción bajo el Látigo de su Indignación. 2 El me ha guiado y conducido en tinieblas, y no en luz. 3 Ciertamente todo el Día ha vuelto y revuelto su mano contra Mí. 4 Ha consumido mi carne y mi piel; ha quebrantado mis huesos. 5 Edificó contra Mí; me Rodeó de amargura y de duro trabajo. 6 En tinieblas me hizo habitar, como los muertos de antaño. 7 Me bloquea por todos lados, de modo que no puedo salir; ha hecho pesadas mis cadenas. 8 Aun cuando grito y pido auxilio, cierra sus Oídos a mi Oración. 9 Ha bloqueado mis caminos con piedras labradas; ha torcido mis senderos. 10 Como un oso que acecha fue para Mí, como un León en escondrijos. 11 Mis caminos Torció, me Rompió en pedazos y me Dejó desolado. 12 Entesó su arco y me puso como blanco de la flecha. 13 Hizo penetrar en mis entrañas las flechas de su aljaba. 14 Fui objeto de burla para todo mi pueblo; todo el Día he sido su Canción. 15 Me Llenó de amarguras, y me Empapó con ajenjo. 16 Quebró mis dientes con cascajo; me Pisoteó en la ceniza. 17 Ha sido privada mi alma de la paz; me he olvidado de la felicidad. 18 Pensé: "Ha perecido mi fortaleza y mi esperanza en Jehovah." 19 Acuérdate de mi Aflicción y de mi desamparo, del ajenjo y de la amargura. 20 Lo Recordará, ciertamente, mi alma, y Será abatida dentro de Mí. 21 Esto haré volver a mi Corazón, por lo cual tendré esperanza. 22 Por la bondad de Jehovah es que no somos consumidos, porque nunca decaen sus misericordias. 23 Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. 24 "Jehovah es mi Porción", ha dicho mi alma; "por eso, en él esperaré." 25 Bueno es Jehovah para los que en él esperan, para el alma que le busca. 26 Bueno es esperar en silencio la Salvación de Jehovah. 27 Bueno le es al hombre llevar el yugo en su juventud. 28 Se Sentará solo y Callará, porque Dios se lo ha impuesto. 29 Pondrá su boca en el polvo, por si Quizás haya esperanza. 30 Dará la mejilla al que le golpea; se Hartará de afrentas. 31 Ciertamente el Señor no Desechará para siempre. 32 Más bien, si él aflige, también se Compadecerá Según la abundancia de su misericordia. 33 Porque no aflige ni entristece por gusto a los hijos del hombre. 34 El aplastar bajo los pies a todos los encarcelados de la tierra, 35 el apartar el derecho del hombre ante la misma presencia del Altísimo, 36 el pervertir la causa del hombre, el Señor no lo aprueba. 37 ¿Quién Será aquel que diga algo y eso ocurra, sin que el Señor lo haya mandado? 38 ¿Acaso de la boca del Altísimo no salen los males y el bien? 39 ¿Por qué se queja el hombre, el Varón que vive en el pecado? 40 Examinemos nuestros caminos; investiguémoslos, y volvamos a Jehovah. 41 Alcemos nuestro Corazón en las manos hacia Dios que Está en los cielos: 42 "Nosotros hemos transgredido y nos hemos rebelado, y Tú no perdonaste. 43 "Te cubriste de ira y nos perseguiste; mataste y no tuviste Compasión. 44 Te cubriste de nube para que no pasara la Oración. 45 Como desecho y basura, nos pusiste en medio de los pueblos. 46 "Abren contra nosotros sus bocas todos nuestros enemigos. 47 Horror y hoyo han sido nuestra suerte, Desolación y ruina. 48 Corrientes de agua han vertido mis ojos por la ruina de la hija de mi pueblo. 49 "Mis ojos vierten Lágrimas y no cesan, porque no hay tregua, 50 hasta que Jehovah observe y vea desde los cielos. 51 Mis ojos causan dolor a mi alma, debido a todas las hijas de mi ciudad. 52 "Ciertamente los que me odian sin motivo me cazaron como a un Pájaro. 53 Silenciaron mi vida en la cisterna y arrojaron una piedra sobre Mí. 54 Me cubrieron las aguas por encima de la cabeza; yo dije: '¡He sido eliminado!' 55 "Invoqué tu nombre, oh Jehovah, desde la profunda cisterna. 56 Mi voz has Oído: '¡No escondas tu Oído cuando clamo por alivio!' 57 Tú te has acercado el Día en que te invoqué, y dijiste: '¡No temas!' 58 "Tú has abogado, oh Señor, por la causa de mi alma; has redimido mi vida. 59 Tú has visto, oh Jehovah, mi Opresión; defiende mi causa. 60 Tú has visto toda la venganza de ellos, todos sus planes contra Mí. 61 "Tú has Oído, oh Jehovah, la afrenta de ellos, todas sus maquinaciones contra Mí, 62 los dichos de los que se levantan contra Mí y sus diarias murmuraciones. 63 Su sentarse y su levantarse, observa; yo soy el objeto de su copla. 64 "Dales, oh Jehovah, su Retribución Según la obra de sus manos. 65 Dales endurecimiento de Corazón; venga sobre ellos tu Maldición. 66 Persíguelos, oh Jehovah, en tu furor y Destrúyelos debajo de tus cielos."