Cuando estudiamos el origen, procedencia y raza del verdadero Jesús de Nazaret, comprendemos que el color de su piel jamás fue el que nos han mostrado las imágenes de su imaginada fotografía. Nunca tuvo ojos azules ni labios como las pinturas de príncipes de mentiras y hadas de papel que poetas y fabulistas de los fantasiosos episodios, nos han mostrado a través de libros imaginarios. El Nazareno provenía de una mezcla humana de arameo con árabe y egipcio. Algunos afirman simplemente él fue hebreo. Otros dicen que la raza aramea procede de la misma árabe. Cuando Jesucristo llegó a los 30 años de edad, con sencillez y humildad fue a las playas más cercanas de su aldea y escogió a 12 varones, cuyo oficio maravilloso a hurtadillas llegó a ser sólo el de pescador. Esos también provenían de la misma estirpe. No tuvieron los discípulos del joven Maestro, oficinas, santuarios y/o baños de mármol. La Biblia afirma que Pedro sintió vergüenza con Cristo por estar desnudo. Estuvo pobre el santo colegio apostólico desde su comienzo. En America Latina y en todo Occidente, nos vendieron imágenes como sofisma de distracción y espejos de trampa, regando la idea de un Jesús de raza de otro color. El artista se ideó a un “niño Dios”, de cabellos ensortijados, mejillas rozadas y ojos entre verdosos y azulados. Otro pincel plástico lo dibujó titulando el cuadro “La Ultima Cena”, como un varón de otra raza, de larga cabellera, barba, con ojos azules y manto de seda y satín. La pintura muestra a un Jesús de Nazaret rodeado de 12 varones con rasgos muy diferentes al verdadero Mesías, cambiando cada detalle universal de su única y real raza. No deberíamos afirmar que hay gente de cierto color de raza. El color aunque en si no existe es muy diferente al que vemos sobre la piel humana. Queremos preguntarle a los investigadores e historiadores: ¿De que color era esa imagen de yeso que Francisco de Asís colocó en el primer pesebre imaginario imitando el nacimiento de Cristo?
Hermanos y lectores nos han engañado. “Nos metieron carne de gato reemplazando la de gallina criolla y caldo de rata por consomé de hígado vacuno.” Los vivarachos al comienzo del Siglo XX, se apoderaron de un territorio y desde allí siguieron engañando a los incautos creyentes haciendo del mensaje de Cristo un gobierno terrenal de poder con representantes políticos en cada parte de la tierra conocida. Cuando se descubra vida humana en otro planeta cercano, creemos que los religiosos enviarán a su representante como bandera y escudo. Desde siempre los jefes del grupo denominacional, no aceptaron que otros varones de otras razas y/o naciones, gobernaran la Iglesia que supuestamente sigue las enseñanzas de Jesucristo. Hombres pervertidos, rufianes, asesinos, incestivos, depravados, ladrones, vagos, degenerados, borrachos y algunos santos que imitaron a Cristo, se empotraron de la “Silla de Pedro” y allí se sentaron por largos lustros. Todos tuvieron mas parecido a las pinturas de los artistas que a los primeros mortales terrícolas humanos que siguieron al verdadero Jesús de Belem. Varios de ellos se pueden comparar con la mafia moderna. La Iglesia primitiva y temprana nunca pensó que una organización iba a escriturararse el nombre de Cristo y su verdad, como negocio de empresarios. Decían tener la verdad y siempre estuvieron equivocados. Han cometido errores garrafales, desvíos y atropellos. Han asesinado a quienes realmente conocen la verdad y a quienes en verdad conocieron al Cristo. Jesús lo dijo: “La verdad os hará libres.” Hoy nos seguimos preguntando: ¿Y porqué estuvieron errados si tenían y conocían la verdad? Las denominaciones más poderosas dentro del cristianismo siempre han estado por fuera de la verdad del Maestro Carpintero y en el lugar equivocado. Los mantos que usan incluyendo su color, los hace ver en verdad como seres que siguen otras enseñanzas. Algunos ni siquiera sonríen. Los teólogos antiguos dijeron: “Los demonios nunca sonríen y sus ojos son color rojo escarlata carmesí cuando se enfurecen o en esos instantes cuando enfrentan la verdad.”
Los comerciantes y negociantes del siglo de la vergüenza y atraso, fueron al continente africano con grandes y pesadas jaulas y se dieron a la tarea de secuestrar a los hermanos africanos, para transportarlos al Nuevo Continente. Los hombres de raza africana fueron maltratados, humillados y atropellados. No hubo un cristiano que bogara por ellos. Entre los misioneros hubo uno que otro que protestó en su momento. Algunos sacerdotes temerosos de Dios fueron expulsados de las congregaciones por defender los derechos humanos de los afrodescendientes. La misma jerarquía avergonzada en ciertos minutos históricos de doble moral, a varios de esos que tuvieron compasión por nuestros hermanos, los elevaron a los altares sagrados de sus templos como verdaderos santos. Dios no escuchó esa clase de ruegos y oraciones. El Mesías lo expresó: “Quien se humilla será ensalzado y quien se ensalza será humillado.”
Los indígenas de America y de las regiones del Mar Caribe, recibieron igual o peor trato. Los humanos religiosos bendijeron a los traficantes de esclavos, comían con ellos y con sus familias. La producción y el oro robado de África y America y otros recursos, fueron usados para construir templos y/o monasterios. Esos edificios aún huelen a azufre criollo. En el ancho mar, grupos de piratas armados, robaban a las embarcaciones que iban repletas de tesoros robados y extraídos del suelo invadido. Una vez los malvados cumplían las fechorías como asaltantes de los otros ladrones, iban a varias ciudades y entregaban parte de lo hurtado a los sacerdotes para que terminaran de construir los lugares que hoy visitan los turistas. Europa tiene una deuda histórica con África y America Latina. Deben algunos países cancelar con euros, un alto precio de indemnización a los pueblos criollos. Hubo obispos entre la cúpula cristiana que compraron grupos de esclavos africanos como si se tratara de un circo del que estaban acostumbrados por sus ancestros y abolengos. La Iglesia de la verdad seguía equivocada para la época. Los más parecidos en raza y color a los africanos esclavizados fueron los primeros seguidores del Maestro Jesús de Nazaret. Durante siglos, los hombres “blancos” se apoderaron de America y África y de otros lugares. Convirtieron los territorios invadidos en zonas de guerra, pobreza y miseria. Los cadáveres de los asesinados y los espíritus masacrados aún claman justicia. Todavía hay sangre fresca derramada por encima de las montañas, praderas y valles. La paz plena aún no la ha conocido ni experimentado el mortal terrícola humano. Algunos simplemente imaginan escenas de paz. Jesús trajo a la tierra un proyecto de paz, fundamentado en amor, justicia e igualdad. La paz viene de Dios y de las alturas infinitas nunca de algo mortal.
Barack Hussein Obama, llegó en el mejor momento para aleccionar a quienes se sentían propietarios del territorio y del futuro. Obama es un milagro materializado por los ángeles de Dios dentro del globo terráqueo en esa porción llamada Estados Unidos. En el nuevo Presidente estadounidense, está luz y esperanza del mortal humano moderno ofendido. Debemos seguir primero la confianza plena en Dios nuestro Padre Misericordioso para defender a quien fue atropellado con su pasado. Aunque Barack fue seleccionado por voluntad del Omnipotente, primero Dios antes que Obama. Si algunos se sentían invencibles, con Obama perdieron el año de sus ilusiones. La historia de los pueblos con hombres de otra raza, han escandalizado al planeta tierra con sus fechorías. Fueron ellos los dueños de las contradicciones. El racismo y discriminación promovido y sentido por esos mortales, son armas de muerte y destrucción. Hoy Dios los ha llamado a tomar conciencia para que se enruten dentro de una sociedad justa de paz y vida. Los unos metieron a los otros a la guerra con artimañas de bienestar y engaños documentales. Los hombres de todas las razas deben también ayudar a conseguir la paz, desarrollo y equilibrio. El odio debe desaparecer de nuestras vidas. Escribamos la nueva historia sin resentimientos. Reclamar indemnizaciones en dinero pero sin guerra. Los pobres de America Latina y África deben gozar de los frutos de la tierra que fueron sustraídos con barbarie. El sol de Dios sale para todas y todos. El amor es un proyecto para el universo. Todas las razas debemos convivir bajo un mismo proyecto de amor con equilibrio social. El planeta tierra hoy reclama justicia y solicita a los empresarios blancos, negros, amarillos, zambos, mulatos, criollos, indígenas y de cada raza, un mejor trato para con todos y para toda criatura creada a imagen de Dios y de su santo santuario.
Obama debe parar el armamentismo que enlutó hogares del mundo. Es excelsa tarea la desintegración de cada bomba nuclear. El globo requiere de una mejor respiración. Se deben desaparecer las empresas que procesan el tabaco y sus derivados. Es hora de cerrar las empresas que elaboran el alcohol embriagante. Estamos a tiempo de parar el consumo de narcóticos y alucinógenos. La mafia narcotraficante tiene un pequeño tiempo para reflexionar de sus fechorías y usar la vida para crear vida y bienestar. Dios está hablando con gentileza y amor. Dios también se cansa. La juventud debe dejar de fumar marihuana. Los laboratorios de coca se deben convertir en empresas de alimentos. Todos a trabajar y a producir. La sociedad debe demostrar con hechos la descontaminación de la tierra. No más humo para el mundo. Un mundo sin quemas. Menos incendios y mejor bienestar para todas y todos. Los golpes de estado son de Satanás. Los golpistas están en error y van al abismo de la desgracia. Podemos tener ejércitos de paz para las calamidades naturales. Vienen nuevos movimientos en las placas de la tierra. Que el huracán nos encuentre unidos como verdaderos humanos. Que los terremotos nos vean alegres en la misma causa de amor hermanable.
Todos debemos respaldar a Obama y a su gobierno cuando veamos la siembra de paz saliendo del corazón del terrícola Barack. Todos y todas debemos escuchar los proyectos que buscan un cambio en el bien común a favor de todos los pueblos y de cada nación. Obama fue el elegido. Hay otros como él en varios puntos de la tierra a quienes también debemos escuchar y apoyar con nuestra producción. Obama debe oír la voz de Dios antes que la de los hombres. “Maldito el hombre que escuche al hombre antes que a Dios.” Los creyentes de buena voluntad de todas y de cada una de las denominaciones religiosas, deben orar por Obama y por los nuevos líderes que Dios ha puesto para gobernar el mundo. La paz verdadera distribuirá las riquezas. No deben haber ricos sobre pobres. La dignidad debe repartir con equlibrio las riquezas y el bienestar con una balanza de amor y justicia. Aunque el tiempo es corto, hoy hay una luz y esa viene de Cristo para salir de la caverna maldita en que nos encontramos. El Ángel de Dios le dirá a Obama en su momento aquello que debe cambiar para bien con la Palabra Santa. También él hará un cambio en su vida y se fortalecerá con la verdad que viene del verdadero y único Dios. Habrá otros muchos varones y mujeres como Obama que buscarán del Dios vivo y verdadero.
Leamos lo que dice la Biblia en el Capítulo 11 del Libro Apocalipsis [Revelación]: “1 Entonces me fue dada una caña, semejante a una vara de medir, y se me dijo: "Levántate y mide el templo de Dios y el altar, y a los que en él adoran. 2 Y deja aparte el atrio de afuera del templo. Y no lo midas, porque ha sido dado a los gentiles, y ellos Pisotearán la ciudad santa por cuarenta y dos meses. 3 Yo mandaré a mis dos testigos, y ellos Profetizarán por 1.260 Días, vestidos de cilicio. 4 Ellos son los dos olivos y los dos candeleros que Están delante del Dios de la tierra. 5 Si alguien les quiere dañar, fuego sale de la boca de ellos y devora a sus enemigos. Cuando alguien les quiera hacer daño, tiene que morir de esta manera. 6 Ellos tienen poder para cerrar el cielo, de modo que no caiga lluvia durante los Días de su Profecía; y tienen poder sobre las aguas, para convertirlas en sangre y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran. 7 Cuando hayan concluido su testimonio, la bestia que sube del abismo Hará guerra contra ellos, los Vencerá y los Matará. 8 Y sus Cadáveres Estarán en la plaza de la gran ciudad que Simbólicamente es llamada Sodoma y Egipto, donde también fue crucificado el Señor de ellos. 9 Y por tres Días y medio, la gente de los pueblos y de las razas y de las lenguas y de las naciones miran sus Cadáveres; y no permiten que sus Cadáveres sean puestos en sepulcros. 10 Y los habitantes de la tierra se gozan sobre ellos y se alegran. Y se Enviarán regalos unos a otros, porque estos dos profetas Habían sido un tormento para los habitantes de la tierra. 11 Después de los tres Días y medio el aliento de vida enviado por Dios Entró en ellos, y se levantaron sobre sus pies. Y un gran temor Cayó sobre los que los Veían. 12 Oyeron una gran voz del cielo que les Decía: "¡Subid Acá!" Y subieron al cielo en la nube, y sus enemigos los vieron. 13 Y en aquella hora se produjo un gran terremoto, y Cayó la décima parte de la ciudad. Murieron por el terremoto 7.000 hombres, y los Demás estaban aterrorizados y dieron gloria al Dios del cielo. 14 Ha pasado el segundo ay. He Aquí el tercer ay viene pronto. 15 El séptimo ángel Tocó la trompeta. Y en el cielo se oyeron grandes voces que Decían: "El reino del mundo ha venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo. El Reinará por los siglos de los siglos." 16 Y los veinticuatro ancianos, que estaban sentados en sus tronos delante de Dios, se postraron sobre sus rostros y adoraron a Dios 17 diciendo: "Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, que eres y que eras, porque has asumido tu gran poder, y reinas. 18 Las naciones se enfurecieron, pero ha venido tu ira y el tiempo de juzgar a los muertos y de dar su Galardón a tus siervos los profetas y a los santos y a los que temen tu nombre, tanto a los pequeños como a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra." 19 Y fue abierto el templo de Dios que Está en el cielo, y se hizo visible el arca de su pacto en su templo. Entonces estallaron Relámpagos, voces, truenos, un terremoto y una fuerte granizada.