3 abr 2009

VERDADEROS Y NEGROS DE RAZA

Las familias en su memoria heredaron la mancha injusta de esclavitud materializada por desalmados de raza rara que golpearon la historia noble de los pueblos. Con hazañas oscuras y acciones nefastas a la intemperie malvada y llenas de estiércol y algarabía de baratijas, pisotearon la rinconada. Sabían desde la cuna que el trabajo con dignidad refrescaba la natural nobleza que trae intrínseca en las venas el hombre antes de pisar el planeta tierra dentro de su alma. El niño era la décima tercera generación nacida lejos de sus ancestros y en la patria obligada. La niña llegó al globo después que diez generaciones lograron saltar los arbustos que hicieron de cárcel la libertad y los ensueños de nácar que se perdieron. Sus gentes estaban mezcladas con esos que desde los desiertos con prendas y rocas finas, comercializaban productos, alimentos, ganado y especies que usaban con sus comidas. Todos vivían como si fueran de un mismo grupo o parentela soñada. Zambos, negros, mulatos, criollos y extranjeros de color ceniza, caminaban por la orilla del pequeño río como si la igualdad y el equilibrio los golpeara con éxito. No propiamente tenían el color de sus tatarabuelos. Aunque distintos a su pasado, se les notaba un sabor picante que con gallardía y fortaleza de raza negra, logró que todos sobrevivieran a la barbarie. Los poetas de la época afirmaron que todas las estirpes fueron las mismas foráneas que lograron obligados invadir el suelo de tierras evaporadas. Ninguno de ellos era de procedencia aperlada.

 

Los años y lejanía de ese sol, los hizo cambiar después de 300 años. Ciertos grupos humanos entre todos y de los mismos con excepciones, usaban cremas, perfumes, ademanes y trajes para imitar a los autores de la ruina y de la mentira montada. Damas y damos se teñían sus cabellos y usaban lentes descoloridos dentro de sus ojos para parecerse a esos de las regiones que todo lo usurpan y que mataron la vida. Varias y varios exageraron la costumbre y asustaron con sus apetitos vagabundos un tanto o un poco absurdos, a los ratones y murciélagos que dormían en la plaza. En las madrugadas asustadas se notaban por movimientos de siluetas y quejidos que a las jóvenes aumentaba en número la familia con un desconocido. Las abuelas tradicionalistas murieron de infarto por aquello inexplicable que sus sentidos experimentaban. Allí nació la escritura que hizo reír aún a los borrachos y a los finos y flojos señoriítos que en los clubes noctámbulos debutaban con frases que lanzaron inteligibles: “La mona aunque la vistan de seda mona se queda.”

 

Veamos aquello que dice para cada sabio Proverbios 1: “8 Escucha, hijo Mío, la disciplina de tu padre, y no abandones la Instrucción de tu madre; 9 porque diadema de gracia Serán a tu cabeza y collares a tu cuello. 10 Hijo Mío, si los pecadores te quisieran persuadir, no lo consientas. 11 Si te dicen: "Ven con nosotros; estemos al acecho para derramar sangre y embosquemos sin motivo a los inocentes; 12 los tragaremos vivos, como el Seol, enteros, como los que descienden a la fosa; 13 hallaremos riquezas de toda clase; llenaremos nuestras casas de ganancias; 14 echa tu suerte con nosotros; tengamos todos una sola bolsa..." 15 Hijo Mío, no andes en el camino de ellos; aparta tu pie de sus senderos, 16 porque sus pies corren al mal y se apresuran a derramar sangre. 17 Ciertamente en vano se tiende la red ante los ojos de toda ave. 18 Pero ellos ponen acechanzas a su propia sangre; a sus propias vidas ponen trampa. 19 Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia, la cual quita la vida a los que la poseen. 20 La Sabiduría llama en las calles; da su voz en las plazas. 21 Proclama sobre las murallas, en las entradas de las puertas de la ciudad pronuncia sus dichos: 22 "¿Hasta Cuándo, oh ingenuos, amaréis la ingenuidad? ¿Hasta Cuándo los burladores Desearán el burlarse, y los necios Aborrecerán el conocimiento?”

 

Desde el momento que empezaron los juegos, el infante mostró su musculoso y escultural cuerpo que lo hizo gigante y hermoso clavel en la ramada. La pequeña nunca usó silicona ni rellenos en sus senos porque todo le sobraba. Ella nada imitaba y su encanto en forma espontánea venía del lugar que hizo crisol donde la luz nace. Su fino y esbelto cuerpo la hizo danzar como doncella y princesa real entre la nada. Jamás la cirugía tocó su piel porque aunque nada es perfecto ni completo lo que ella mostraba era superior a todo el encanto de las otras mujeres de la flor no encontrada. Todas querían tener la figura de quien las traumatizaba y por la desventaja muchas lloraban. Los dos infantes se conocieron en la única escuela de la comarca y que a todos desilusionaba. Iniciaron con juegos ilustrados por una maestra que jugaba a escondidas y en serio un romance con un varón casado que cansaba a otras no tan santas. El aparentó ser el mejor moralista entre la lista de hipócritas que llenaban los escritorios de las oficinas del gobierno local que no solucionaba a nadie el problema ni con nada.

 

Los padres de familia prohibieron a sus hijos ir a la ‘santa misa’ o a la misma catequesis que allí los religiosos mal llegados insinuaban. El sacerdote extranjero del pueblo era pervertido en sus gustos y sin conocer la diversidad moderna llenó de plumas palo de rosa los templos por donde éste pasaba. En los carnavales logró que le colocaran pantalones como disfraz a un asno que nadie buscaba. Como el animal estaba viejo, de esos que han subido montañas y encrucijadas, tuvo que aceptar la propuesta y no pudo defender su asnada. Ese día causó mucha risa la disparatada. El grupo se sonrojó al verlo detrás de unos arbustos de rodillas en una mágica y alcohólica madrugada. Cuando se ponía la sotana blanca impecable no caminada, como si fuera ella sólo coqueta danzaba. Una vez las quejas llegaron a la oficina del obispo que al lugar nunca visitaba. El maquillaje en sus mejillas y las manos de un modelo de cine dijo no recordar nada. Expresó que los carteros a veces o nunca pasaban. Ese también aprovechaba las fiestas de las corralejas para sacar su inmensa tajada. Las visitas en los atardeceres y a otras en donde vivía su amada, llenaron de chistes a quienes con risa y burla jocosa contaban. No era en si un pueblo trabajador y los inventos científicos jamás llegaban. La vagancia era cultural que desde antaño se idolatraba. Laboraban sin ganas diariamente por horas hasta que la parranda llegaba. El fiestorio de cada año, ese si todas y todos añoraban.

 

Y que nos trae Proverbios 3: “1 Hijo Mío, no te olvides de mi Instrucción, y guarde tu Corazón mis mandamientos; 2 porque abundancia de Días y años de vida y bienestar te Aumentarán. 3 No se aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello. Escríbelas en las tablas de tu Corazón, 4 y Hallarás gracia y buena Opinión ante los ojos de Dios y de los hombres. 5 Confía en Jehovah con todo tu Corazón, y no te apoyes en tu propia inteligencia. 6 Reconócelo en todos tus caminos, y él Enderezará tus sendas. 7 No seas sabio en tu propia Opinión: Teme a Jehovah y Apártate del mal, 8 porque Será medicina para tu carne y refrigerio para tus huesos. 9 Honra a Jehovah con tus riquezas y con las primicias de todos tus frutos. 10 Así tus graneros Estarán llenos con abundancia, y tus lagares Rebosarán de vino nuevo.”

 

La propaganda pueblerina decía que serían tres días de fiestas pero el séptimo aun esta nunca paraba. Muchos otros continuaban hasta el final del mes y seguían bebiendo hasta vender sangre prestada. Algunos no eran artistas pero creían ser portadores de grandes melodías y notas que al principio nadie compraba. Armaron grupos musicales como gatos sobre las tejadas. Se subieron a las tarimas y lanzaron notas que a nadie gustaban. Otros desconocían las reglas impuestas y organizaron campeonatos entregando premios a excelsos y mediocres que la prensa de doble filo comentaba. Las canciones con sus letras hicieron platos comerciales como ranas solapadas. Se atrevieron a mostrar el contenido atravesando la gran montaña y cruzaron el río con risotadas. Esas se regaron poco a poco hasta los confines del alba y se incrustaron con artimañas a la metrópoli que se creía encopetada. Los inexpertos creyeron que eran sonatas o musas de esas que llegan sin ser invitadas. Hasta los ineptos políticos oportunistas se pusieron las frases en sus atuendos para conseguir votos incautos y bailar con comadronas en las calles engalanadas.

 

Llegaban turistas desde la capital en busca de vacaciones y dejaban por los salones, dudas y desilusiones. Mancebos llenaban la lista de las preferencias como guías en las rinconadas. Era un drama amistoso y evitando lazos de romance y el mismo contraste para no filmar nada. Por lo general eran varones casados que llevaban vida diurna y nocturna con vestidos elegantes y carros de doble transmisión que en las autopistas pisoteaban. En la ciudad importante presentaban a sus esposas con elegancia y fino señorío usando con parquedad sitios exquisitos y finos. En el caserío que estaba creciendo los veían sólo con amantes que complacían su voraz apetito por monedas o prendas, que a la moda presentaron expertos modistos al lado de cierta publicidad. Varios de esos gigantes con sus panfletos y sueños llegaron a ser gobernadores. En cierta época del año se aliaron con la mafia criolla y con ciertas siembras que procesaban como si fueran listos ruiseñores. Desde la región plana viajaban en busca de bellezas y hermosos cuerpos que la basta zona mostraba. Hablaban de guardaespaldas pero todos desde allí a la otra parte bajaban. La prensa escribía que eran sus secretarios pero los verdaderos reían y se entonaban. Algunos sí llegaron a las oficinas con diplomas como doctores que en el mercado negro se compraban hasta con las mismas canciones.

 

Seguimos avanzando hasta llegar a Proverbios 4: “7 ¡Sabiduría ante todo! ¡Adquiere Sabiduría! Y antes que toda Posesión, adquiere entendimiento. 8 Apréciala, y ella te Levantará; y cuando la hayas abrazado, te Honrará. 9 Diadema de gracia Dará a tu cabeza; corona de hermosura te Otorgará. 10 Escucha, hijo Mío, y recibe mis dichos, y se te Multiplicarán años de vida. 11 En el camino de la Sabiduría te he instruido, y por sendas de rectitud te he hecho andar. 12 Cuando camines, tus pasos no Hallarán impedimento; y si corres, no Tropezarás. 13 Aférrate a la disciplina y no la sueltes; consérvala, porque ella es tu vida. 14 No entres en el sendero de los Impíos, ni pongas tu pie en el camino de los malos. 15 Evítalo; no pases por él. Apártate de él; pasa de largo. 16 Porque ellos no duermen si no han hecho mal; pierden el sueño si no han hecho caer a alguno. 17 Pues comen pan de impiedad, y beben vino de violencia. 18 Pero la senda de los justos es como la luz de la aurora que va en aumento hasta que es pleno Día. 19 El camino de los Impíos es como la oscuridad; no saben en qué tropiezan. 20 Hijo Mío, pon Atención a mis palabras; inclina tu Oído a mis dichos. 21 No se aparten de tus ojos; Guárdalos en medio de tu Corazón. 22 Porque ellos son vida a los que los hallan, y medicina para todo su cuerpo.”

 

Los pequeños y ágiles protagonistas aprendieron de sus progenitores a vivir la vida sin fumar tabaco o cigarrillos y a no consumir alcohol, que a muchos los hizo agonizar de cirrosis o mal de aliento hasta afectando la riñonada. La marihuana ya se cultivaba en los ocultos y escondidos potreros que todos sabían con exactitud todas las coordenadas. Los cultivos de algodón y arroz traído de la China que allí se cultivaban, fueron destruidos y reemplazados por flores que los hacia entonar cada día risotadas. La astucia la trajeron los políticos con las mejores instrucciones. Fue su principal vocero el Alcalde del caserío y otro dirigente que llegó de la ciudad colonial amurallada. Los concejales firmaban las leyes para proteger intereses que ellos mismos se inventaban. Al pueblo raso y a los vendedores de fruta y verduras no los beneficiaba. Por el contrario siempre los dejaban sin nada. Las ramas de coca aún para la época en el árbol se respetaban. Los aborígenes de la región usaban la hoja para alimento y medicina que a todos sanaba. Como hubiera sido la pasta blancuzca y el negocio de lo ilícito en todas las madrugadas si los caballos de Don Alejo hubieran aceptado chicha por limonada. El gallo que buscaron nunca sirvió y los celadores dijeron que el ordinario nunca cantaba. Se escuchaba que carros y vehículos con orden presidencial sacaban hierbas a otras regiones con gentes sofisticadas. Esos con estrategias de película a otra región vecina la frontera cruzaban. Por dinero, ron y mujeres bellas los guardias de seguridad nunca miraban. Nadie supo como pudieron con las ciertas responsabilidades sin descuidar amor, vida, trabajo, estudio, parranda y fiestas enrutadas.

 

La etapa primaria y secundaria pasó por las vidas de ellos tan rápido que no alcanzaron a envejecer aquellas frías ensaladas. 18 años tenía cada uno, cuando se declararon amor eterno con serenata incorporada. Quisieron enfrentar la vida como alondra y azulejo que usan el ingenio para salir de lo cotidiano y alejarse un poco de esas payasadas. El juez de un municipio cercano les hizo firmar el documento para comprobar que la palabra como autoridad se materializaba. La familia materna invitó a un varón religioso para orar como testigo del santo matrimonio de la unión que con ceremonia religiosa de fe se gestaba. El ritual espiritual se llevó a cabo al aire libre en uno de los establos del inmenso lote del rancho que lanzó claveles desnudos alborotando a los muchachos. Las jovencitas del ocaso quisieron que él las enamorara pero su corazón sólo a una y en especial amaba. Sus brillantes ojos no extraviaron la fuerza ni el camino que lo condujo a dicha segura y a la azucena perfumada. Un sábado en la mañana la fiesta se hizo presente y de todos los rincones llegaron a danzar sin tacones y con instrumentos que a distancias ya sonaban. Los dos estaban muy jóvenes pero estaban seguros que el amor todo lo simplificaba. Sabían que esa es una de las mejores razones para vivir sin premuras y alcanzar las fragancias que añoraron en una fiel madrugada. Ella lucía una rosa alrededor de su pequeña cintura dando rienda suelta al movimiento de sus caderas contorneadas que como finas lentejuelas algunas se asustaban. Un vestido blanco encantado de seda y satín averdolado saltaban sin esas penumbras. La envidia estaba allí en todas las penetrantes miradas.

 

Llegaron a la casa materna rosas y ramos de flores de todas las estancias. La alegría también lleno los aposentos en cada morada y fueron ejemplo de amor para quienes esperaban un príncipe azul y una dama rosada. Su padre biológico era ganadero y allí aprendió lo que es lidiar con vacas, monederos y una que otra idiotada. También en sus ratos libres de estudio, trabajaba la agricultura y sus uñas no tuvieron tiempo de ir al salón de los pinos ni a la famosa sala que a algunos torció sus andanzas. El fue muy fuerte en cada faena y cumplió las tareas como aprendiz de barriada. Logró cumplir las obligaciones del hogar y el empleo, terminando una carrera universitaria como ingeniero de exploración del líquido que se acabará a distancia. Ella tuvo desde niña talento para la pintura plástica, el arte y los bordados que a ritmo de diosa utilizaba. La bella iba los fines de semana a clases de pintura al óleo y sobre tela bordada, grabando en los recuerdos cuadros que traían riquezas y ganancias encartonadas.

 

Leamos a Proverbios 5: “15 Bebe el agua de tu propia cisterna y de los raudales de tu propio pozo. 16 ¿Se han de derramar afuera tus manantiales, tus corrientes de aguas por las calles? 17 ¡Que sean para ti solo y no para los extraños contigo! 18 Sea bendito tu manantial, y alégrate con la mujer de tu juventud, 19 como una preciosa cierva o una graciosa gacela. Sus pechos te satisfagan en todo tiempo, y en su amor recréate siempre. 20 ¿Por qué, hijo Mío, Andarás apasionado por una mujer ajena y Abrazarás el seno de una extraña? 21 Los caminos del hombre Están ante los ojos de Jehovah, y él considera todas sus sendas. 22 Sus propias maldades Apresarán al Impío, y Será atrapado en las cuerdas de su propio pecado. 23 El Morirá por falta de disciplina. Y a causa de su gran insensatez se Echará a perder.”

 

Cada año nacía un hermoso niño que aumentaba con fascinación la familia y las labores de la casa. La granja se convirtió en una sala cuna poco o nada acostumbrada. 30 años tenían los dos cuando una importante empresa a él lo contrató para investigar sobre asuntos del oro negro y la perforación de pozos. Si aceptaba la propuesta debía moverse a otra ciudad con toda su familia. Eran ya 10 hijos varones quienes conformaban el hogar de los dos enamorados esposos que estaban felices como ninguno lo lograba. Todos los pequeños nacieron con su piel con el color de los dioses del olimpo y llegaron de madrugada. No hubo necesidad de médicos, porque las comadronas por allí de buena manera y con sabiduría abundaban. Para cada uno de ellos Dios y la vida les había regalado una nube blanca mezclada con una manotada de ceniza gris que sobre su piel cada año se posaba. Si algo sobresalía en toda la estepa y sobre los 10 kilómetros cuadrados alrededor de la estancia, era el color corpóreo de los bellos infantes que a nada igualaban. Cada detalle físico de los luceros fue una obra de arte como si una máquina industrial en serie los fabricara. Sus dientes eran manojos de perlas distribuidas en forma de diamantes. Los niños habían heredado la fuerte sonrisa del joven padre y la dulzura y distinción exquisita de la madre. Eran distintos todos entre los genes iguales. El padre reunió una noche a la familia incluyendo a su joven esposa, padre, madre y retoños. Les narró la propuesta recibida y esperó con atención el concepto de todos.

 

Era la única oportunidad para desarrollar habilidades innatas y aprendidas sin necesidad de recurrir a los genios postizos y plásticos que ya por allí abundaban. También una forma de conocer otros lugares y distintas gentes que por el lugar jamás pasaban. Aceptaron la innovadora razón para mudar de sitio y quedaron aunque en silencio y con interrogantes muy tranquilos y sobresalieron algunas novatadas. El joven esposo fue primero al lugar y se presentó a las oficinas del complejo petrolero con cortesía lo recibió. Los administradores le hicieron exámenes de rigor y todos quedaron maravillados. Sus conocimientos superaban lo inesperado. Entre dientes y con sigilo se decían: “Quien ve al negro del pueblito en donde se cosecha la nada”. Lo nombraron Gerente de uno de los consorcios de la compañía y jefe del Departamento de Investigación, para que trabajara innovando nuevas técnicas de extracción.

 

Proverbios Capítulo 6: “5 Escapa como el venado de mano del cazador, como ave de mano del que tiende la red. 6 Vé a la hormiga, oh perezoso; observa sus caminos y sé sabio. 7 Ella no tiene jefe, ni comisario, ni gobernador; 8 pero prepara su comida en el verano, y guarda su sustento en el tiempo de la siega. 9 Perezoso: ¿Hasta Cuándo has de estar acostado? ¿Cuándo te Levantarás de tu sueño? 10 Un poco de dormir, un poco de dormitar y un poco de cruzar las manos para reposar. 11 Así Vendrá tu pobreza como un vagabundo, y tu escasez como un hombre armado. 12 El hombre depravado, el hombre inicuo, anda en la perversidad de boca, 13 guiña los ojos, hace señas con sus pies e indica con sus dedos. 14 Perversidades hay en su Corazón; en todo tiempo anda pensando el mal, provocando discordia. 15 Por eso, su calamidad Vendrá de repente; Súbitamente Será quebrantado, y no Habrá remedio. 16 Seis cosas aborrece Jehovah, y aun siete abomina su alma: 17 Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos que derraman sangre inocente, 18 el Corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies que se apresuran a correr al mal, 19 el testigo falso que habla mentiras y el que provoca discordia entre los hermanos. 20 Guarda, hijo Mío, el mandamiento de tu padre, y no abandones la Instrucción de tu madre. 21 Átalos siempre a tu Corazón, y Enlazarlos en tu cuello.”

 

Uno de los ingenieros experimentados y mayor en edad, le recomendó que comprara casa en el mejor sector de la metrópoli. Le dijo: “Conozco una zona residencial en donde todas las familias son cristianas. Se dice que todos y todas van a misa y rezan juntos en alabanzas. Al parecer es el mejor sitio para que usted levante familia porque según escucho es numerosa con templanza. Se que allí en el hermoso lugar están vendiendo tres casas. Lo puedo llevar al sitio cuando usted lo disponga.” Como era un intrépido y rápido para tomar decisiones, no esperó dos minutos, cuando ya estaban rumbo al espacio indicado. Llegaron al sector y de inmediato negoció dos de las casas. Compró el inmueble esquinero y la otra que seguía sobre la Avenida principal que conducía al Aeropuerto de la planicie escarlata. El lugar estaba muy cerca de una gigante e inmensa ciénaga. Pocos kilómetros distaba del río que parecía un mar de elegancia. Ese si llevaba caudal en sus aguas y era superior al que él estaba acostumbrado a ver en su pueblo natal que abandonaría a la distancia. Sólo se debían modificar algunos asuntos remodelatorios y abrir dos nuevas puertas internas para comunicar los dos edificios y se les notaba aseguranza. Sus ahorros económicos y la ayuda financiera de las dos familias no le fue difícil adquirir los nuevos bienes. Un 5 de Agosto la familia arribó con todas sus pertenencias al nuevo hogar. El bus de la empresa se encargaría de llevar y traer a los niños a la escuela que era regentada por la administración de la misma compañía que cancelaba sueldos que no llenaban la panza.

 

Tuvieron que organizar cada una de las habitaciones. A cada uno de 7 niños le entregó su dormitorio individual. Los tres menores los ubicaron en una con ventana encantada. Desde el primer día que llegaron empezaron los desprecios y la discriminación de los vecinos que se reían al ver un grupo sonriente. Cuando los pobladores se dieron cuenta que eran una familia de raza negra los recién llegados, las burlas y los tormentos se lanzaron por el aire de los inocentes. Todos fueron afectados. Quisieron después de tres meses en el nuevo ambiente, regresarse al adorado poblado pero era de cierta manera dejarse ganar de los atrasados. Ellos nunca entendieron la razón pero cada corazón guardó con cerrojo de orquídea lozas de emoción. Aquello que veían sus ojos eran congéneres que no venían de raza blanca. Si la razón era por racismo o algo parecido no entendían en sí la persecución. Los habitantes se creían de raza pura y diferente a la de las ratas. Estaban más equivocados que el “hijo de Limber”, dijo un soldado observando un arado. El color de piel de los cita-dinos era de los aborígenes mezclados y criollos. Sus facciones y orejas de los nuevos encontrados estaban más cerca de los de la propia raza. Eran los más parecidos a las fuertes culturas que fueron expulsadas del pedazo de globo que en jaulas llegaron a un mundo de venganzas. Querían negar su origen verdadero pero los rasgos los delataba. Había orgullo con cierta vanidad y les quedaba grande el oro y hasta el mármol como el cristal. Eran como esas “carangas resucitadas” de la historia olvidada que dejaron los señores sobre canastas de plaza. Los visitantes guardaron prudencia y distancia de la plaga que lesionaba con su ego abismal.

 

Proverbios 8, exhorta: “10 Recibid mi Corrección antes que la plata, y el conocimiento antes que el oro escogido. 11 Porque la Sabiduría es mejor que las perlas; nada de lo que desees Podrá compararse con ella. 12 "Yo, la Sabiduría, habito con la sagacidad, y me hallo con el conocimiento de la Discreción. 13 El temor de Jehovah es aborrecer el mal. Aborrezco la soberbia, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa. 14 Míos son el consejo y la eficiente Sabiduría; Mía es la inteligencia, y Mía la Valentía. 15 Por Mí reinan los reyes, y los magistrados administran justicia. 16 Por Mí gobiernan los gobernantes, y los nobles juzgan la tierra. 17 Yo amo a los que me aman, y me hallan los que con diligencia me buscan. 18 Conmigo Están las riquezas y la honra, los bienes duraderos y la justicia. 19 Mejor es mi fruto que el oro, que el oro fino; mis resultados son mejores que la plata escogida. 20 Camino por la senda de la justicia, por los senderos del derecho; 21 para hacer que los que me aman hereden un patrimonio, y para que yo colme sus tesoros. 22 "Jehovah me Creó como su obra maestra, antes que sus hechos Más antiguos. 23 Desde la eternidad tuve el principado, desde el principio, antes que la tierra. 24 Nací antes que existieran los océanos, antes que existiesen los manantiales cargados de agua. 25 Nací antes que los montes fuesen asentados, antes que las colinas. 26 No Había hecho Aún la tierra ni los campos, ni la totalidad del polvo del mundo. 27 Cuando Formó los cielos, Allí estaba yo; cuando Trazó el horizonte sobre la faz del océano, 28 cuando Afirmó las nubes arriba, cuando Reforzó las fuentes del océano, 29 cuando dio al mar sus Límites y a las aguas Ordenó que no traspasasen su mandato. Cuando Establecía los cimientos de la tierra, 30 con él estaba yo, como un Artífice maestro. Yo era su delicia todos los Días y me regocijaba en su presencia en todo tiempo. 31 Yo me recreo en su tierra habitada, y tengo mi delicia con los hijos del hombre.”

 

A los cuatro meses se complicó la salud de la esposa y su belleza resplandeció como mariposa de nácar. Una tarde sintió fuerte vómito y malestar con desaliento. Su cuerpo elevó la temperatura y hubo antojos no acostumbrados. Nunca antes había sentido semejante sensación. Hubo algo nuevo dentro de su cuerpo que se movía como danza de sol. Una vez llegó el esposo se hicieron los preparativos y él la llevó rumbo al hospital y al facultativo. Enviaron un telegrama a la familia que los amaba para que la madre biológica de ella viajara como apoyo en la emergencia encontrada. El doctor recomendó quietud y reposo abundante. A los dos días la madre y una de sus hermanas llegaron a la metrópoli de la contradicción. El médico les dijo otra verdad: “Su esposa está embarazada pero no sabemos de donde viene el problema. Es una mujer muy fuerte y ningún embarazo se manifiesta igual.” Pasaron los 9 meses y nació una hermosa niña de ojos grandes negro azabache y brillantes de galaxia encantada. Alguien expresó que después de 10 hijos varones, el embarazo si es una niña se complica sin una explicación. Los atropellos continuaban y el sacerdote del templo no los quería ver en los rezos. Como venían de una familia cristiana debían ir a misa pero para no molestar a esos moradores cancelaron la dieta y el miércoles de ceniza. Las tiendas nos les vendían los alimentos. Pan, leche, huevos y quesos, los compraban a millas de distancias del sector. El color y la procedencia de la familia no eran amados en la zona. Los niños no podían salir al parque porque eran humillados, ofendidos y golpeados. En las horas de la noche, los vecinos les lanzaban grandes piedras que caían sobre el techo de las dos casas y quedaban embrujadas. Era un gasto extra el cambio de tejas semanalmente y a veces se usaba el dinero de la leche. En las mismas paredes de las viviendas, los injustos escribían frases y sandeces. Los muros eran pintados una y otra vez cada vez que una nueva frase aparecía dejando la blancura como al revés.

 

Los vidrios de las ventanas eran presas fáciles de las rocas que los vecinos tiraban en las madrugadas destruyendo hasta cortinas y ropajes. La familia dio aviso a la policía pero ellos le aconsejaron que compraran una nueva casa y que por obligación debieran moverse danzando componiendo nuevas fiestas y canciones. En el segundo y tercer año dos nuevas niñas llegaron al hogar como doncellas y tomaron la decisión de salir de la comarca sin culpar a la sementera. Mientras tanto los habitantes redactaron un sendo memorial y recogieron firmas para obligar a la familia a salir del lugar. El Alcalde estuvo a favor de las mayorías y con risa burlona dijo que él no era alcancía. Ni siquiera el presbítero del sitio los defendió y cerró sus ventanales para no ver la salida. Ningún terrícola humano del lugar se solidarizó con los forasteros. Todos y todas estaban en contra de la permanencia de “los negritos chorro de humo” como ellos los llamaban. Por el color de la piel no eran gratos en el vecindario. Fueron tres largos años de angustia y sufrimiento pero tuvieron valor para permanecer en medio de antisociales y delincuentes.

 

Lograron comprar con sacrificio y esfuerzo y sobre una montaña una pequeña finca con un lote terreno de 4 hectáreas. Ellos serían los únicos y primeros en habitar la zona desconocida del plano. Desde el primer día empezaron a reconstruir la casona que no estaba en excelentes condiciones. El predio ubicado lejos de la ciudad haría algo difícil cada tarea. Era una zona con vegetación, fresco aire y agradable paisaje a la vista de la soledad de los vientos. Hubo que conseguir dinero prestado de la familia paterna del esposo para darle seguridad alrededor del nuevo hogar. Se construyó en la extensión del terreno, un muro en concreto, hierro, teja y madera, de 4 metros de alto con espacios intercalados que fácilmente dejaba ver lo que sucedía al otro lado de la calle. Seis nuevas habitaciones y 4 unidades de servicio sanitario estuvieron listas para los nuevos inquilinos. La parte física de la cocina y el comedor fueron ampliadas en su nueva apariencia. Hacia la calle se diseñó un local y este serviría como “taller artístico” para las obras y creaciones plásticas de la joven esposa. Hubo que trabajar durante 4 largos meses para mejorar la condición de la vivienda antes de ocuparla. Un pequeño parque interno fue de igual manera construido para el juego de los infantes. De nuevo el mes de Agosto hizo su agosto. Un día 10 y en el cuarto año de vivir en el espacio problemático, los esposos de 36 años de edad cada uno, con sus 13 hijos y dos mujeres adultas, iniciaron bajo un nuevo amanecer. La compra de una camioneta y un jeep campero hicieron parte del equipaje de los forasteros. Las dos casas que también eran de su propiedad quedaron vacías como desierto desolado. 



La esposa habló con el médico de la empresa para empezar una forma de planificación natural y evitar nuevos hijos. Buscaban una niña y llegaron tres bellas criaturas como orquídeas de jungla inhabitada. Era la época en que ‘todo bebé llegaba con el pan debajo del brazo’. ¡Vaya época! La inteligente esposa se las ingenió con su madre y su hermana y montaron juntas un negocio. Inauguraron cerca a la avenida un confortable restaurante. El ingeniero mandó construir un hotel en una de las esquinas del predio para darle vida al paisaje encantado. Fue el primer inmueble de la región en instalar un radioteléfono para las comunicaciones. Fue la primera familia en tener una línea telefónica en casa. La emisora del pueblo solicitó un pequeño espacio sobre la montaña en renta, para instalar una antena para las transmisiones. La salida obligada del barrio discriminatorio y cruel, empezó a tener mejores éxitos. Cada día nuevas ideas y proyectos bajaban de un cielo que ellos desconocían a profundidad pero que los habían ganado de sus antepasados. 



Habla el Capítulo 10 de Proverbios: “18 El que aplaca el odio es de labios justos, pero el que suscita la calumnia es necio. 19 En las muchas palabras no falta pecado, pero el que refrena sus labios es prudente. 20 Plata escogida es la lengua del justo, pero el Corazón de los Impíos no vale nada. 21 Los labios del justo apacientan a muchos, pero los insensatos mueren por falta de entendimiento. 22 La Bendición de Jehovah es la que enriquece y no añade tristeza con ella. 23 El hacer perversidades es un deporte para el necio, pero para el hombre de entendimiento lo es la Sabiduría. 24 Lo que el Impío teme, eso le Vendrá; pero a los justos les Será dado lo que desean. 25 Como cuando pasa la tempestad, Así el Impío no permanece; pero el justo tiene fundamentos eternos. 26 Como es el vinagre a los dientes y el humo a los ojos, Así es el perezoso a los que lo Envían. 27 El temor de Jehovah Aumentará los Días, pero los años de los Impíos Serán acortados. 28 La expectativa de los justos es Alegría, pero la esperanza de los Impíos Perecerá. 29 Jehovah es la fortaleza del íntegro de camino, pero es espanto para los que obran maldad. 30 El justo no Será removido Jamás, pero los Impíos no Habitarán la tierra. 31 La boca del justo Producirá Sabiduría, pero la lengua perversa Será cortada. 32 Los labios del justo saben hablar lo que agrada, pero la boca de los Impíos habla perversidades.”




A los 27 meses los terrícolas mortales humanos ofendidos habían olvidado los desprecios de los citadinos y las humillaciones de los injustos y equivocados inconformes. Cada día la familia sembraba semillas encantadas y encontradas, dando al paisaje un hermoso jardín en donde la primavera se hizo permanente sin romper la tradición de las otras estaciones. Todos y todas eran felices y las risas sanas y las fiestas estaban allí como enredaderas de bosque encantado. A las 12.30 de la tarde de un sábado, la familia estaba dentro de la mansión. Era muy reconfortante ver el cuadro amoroso de todos y de cada uno de ellos y una de ellas. Dos perros pastor alemán y una perra pastor coolí, hacían parte de la feliz familia montañera. A las 1.00 de la tarde, el astro sol se fue a dormir muy temprano. Todo se oscureció y sobre el firmamento aparecieron los primeros relámpagos, truenos, rayos y centellas. Un fuerte viento frío y helado recorrió la urbe de sur a norte. No hubo tiempo de preparar antesalas. La pequeña tormenta se convirtió en huracán a las 1.20 p. m., con vientos de 100 kilómetros por hora. Había amenaza de aumentar la fuerza y la velocidad. A todos los pobladores los agarró de imprevisto y con sorpresas poco aconsejable. Los árboles empezaron a moverse como si fueran gelatina de primíparo cocinero. Poco a poco iban agarrando fuerza los vientos y se fueron metiendo cada vez más al centro de la ciudad. A las 2.30 las autoridades del lugar afirmaban que los vientos superaban los 120 kilómetros por hora y que toda la población obligatoriamente debía permanecer dentro de las casas. 



A las 2.45 de la penosa tarde, la fuerza del viento derribó dos postes del alumbrado público frente al templo del anterior barrio que había sido habitado por los forasteros. Una llama alcanzó los postigos de las ventanas y lanzó una llamarada que logró encender las cortinas del altar mayor de la construcción. En un “abrir y cerrar de ojos” la candela se extendió por todo el centro del inmueble y tomó con furia a cada uno de los tapetes que cubrían el piso de la edificación. Las estatuas de madera y la silletería fueron alcanzadas en un ‘santi amen’. Todo se fue quemando en forma precoz. El incendio llegó a la casa parroquial colindante y en donde residía el religioso del lugar. A las 3.00 p., m., las llamas también llegaron a la casa de la soltera secretaria de la iglesia que vivía con sus 6 hijos infantes y que al sacerdote del templo llamaban padrino. 



Cuando llegaron los bomberos con sus carros especiales y ayudantes, los inmuebles se habían chamuscado por completo. Todo quedó sobre el suelo convertido en lodo, ceniza y carbón. El reloj marcaba las 3.15 de esa tarde cuando de repente empezó a llover sobre el firmamento de la ciudad “con cantaros de agua.” Nunca antes los pobladores habían visto un aguacero igual o semejante. Las tejas de las casas volaban por el aire haciendo más desgarrador el episodio. Unos corrían de un lado para el otro y no había un escondedero seguro. El río empezó a bramar como león rugiente y aumentó el caudal de sus aguas. La ciénaga fue recibiendo nuevas aguas y fue desbordando su capacidad de almacenamiento natural. Las aguas negras se mezclaron con las aguas cristalinas de los pozos potables. Las alcantarillas de las avenidas y calles se taparon y formaron remolinos que pudo haber usado el cine para sus videos. Las calles de la pequeña urbe parecían quebradas en exposición y vomitaban sus aguas sobre la misma ciénaga. Carros y bicicletas iban a parar por encima de los gigantes árboles de ceibas que estuvieron allí por años. El espectáculo era ver arbolitos pobres de navidad en escaleras. Algunos vehículos fueron a parquear sus carrocerías encimas de los tejados de los inmuebles. Esos parecían grupos de gatos en celos. 



A las 4.30 de la tarde el agua dentro de la ciénaga no resistió la compañía de sus nuevas moléculas y empezó a forcejear con el muro y el dique de contención de la represa. El muro de concreto, hierro y acero, se reventó a las 5.00 en punto. Entrando la noche las aguas empezaron a danzar y a correr rumbo al barrio de los injustos. En cada minuto destrozaban como si fueran tortas de pan las paredes lujosas de las viviendas y la furia de los vientos y las aguas hicieron un nuevo agosto. Eran ráfagas de agua como si aviones militares se hubieran puesto a desfilar para una revista fiesta del mejor aniversario. A Cada segundo los nuevos acontecimientos se veían en el aire danzando como hermanos de coreografía para carnaval. Sobre el firmamento de la metrópoli pedazos y trozos de metal, láminas y latas, se percibían como si una guerra de aves hubiera empezado. El temor y el miedo se apoderaron de los habitantes y hubo confusión total en las gargantas. Varios de los parroquianos se tiraron de rodillas al piso de las casas ya destechadas. Otros corrían por la avenida como orates en busca de refugio seguro. 



A las 6.30 de la noche la corriente de las aguas ingresó como visitante enamorado a cada una de las casas. La fuerza peleaba con los muros y con las mismas paredes. Salió de una de las esquinas un ciudadano para tranquilizar a los citadinos. Empezó a través de un altavoz de batería, a decir que debían todos y todas correr al estadio más cercano. Era una guerra desigual al ver la fuerza de la naturaleza. Todos de alguna manera por vez primera se dieron cuenta que eran una sola familia y que nada poseían. Alguien dijo: “Sólo somos mortales terrícolas de paso”. Como curies asustados iban llegando uno a uno al nuevo hogar y un silencio sepulcral de esos que lanzan quejidos, estaba acompañando el cruel suceso. No hubo tiempo de sacar las pertenencias. Las calles parecían mares con sus barquitos flotantes. El agua aumentó su fuerza y levantó los árboles con sus raíces de la tierra y los incrustó contra cada inmueble destruyendo su fortaleza. Los muros de las casas y de los edificios fueron cediendo poco a poco y se fueron cayendo como juegos de domino de cantina. No se sabía que estaba pasando afuera pero la oscuridad llegó como nunca y no hubo una vela para mirar los rostros. Llegaron de otros lugares de las montañas vecinas, nuevos pedazos de troncos secos y verdes que se veían ingresar a cada vivienda. Los truenos asustaban la escena y rayos y nuevas centellas se escuchaban como bombas atómicas. Hubo un eco que atemorizó los oídos de los orgullosos. La electricidad por orden del alcalde fue suspendida en toda la zona de la tragedia. Esa parte de la ciudad quedó aislada del mundo civilizado por tierra, mar y aire. A las 7.00 de la noche la emisora radio del pueblo confirmaba que todos los barrios cercanos a la ciénaga estaban inundados y que se prohibía por orden del gobierno su acceso. A las 8.00 de la noche por un momento dejó de llover. Fueron cinco horas de un torrencial de agua como nunca lo habían imaginado ni en las telenovelas que las revistas mostraban. La radio recomendaba no salir hacia la ciénaga porque en cualquier momento podía volver a empezar la lluvia. Un viento helado recorrió las paredes del estadio. El locutor confirmó que un 80% de las casas estaban destruidas y que la tragedia era superior a toda especulación narrada. Todo parecía un cementerio. De nuevo a las 8.30 p. m., aparecieron rayos, truenos y centellas. Ahora caía más agua que antes. Del cielo cayó granizo que penetró los huesos de los humanos vivientes. Tres nuevas horas de agua, viento y truenos. Entrada la madrugada dejó de llover por unas horas. 



A las 1.30 de la madrugada del domingo, arribaron en medio del frío a la puerta principal del estadio, dos mujeres adultas, un ingeniero y 8 niños varones sonrientes entre 7 y 15 años. Los visitantes traían linternas en sus manos y vasijas que cargaban de dos en dos en fila india. Llegaron dentro de un jeep campero, una camioneta y un camión gigante de triple tracción con 32 ruedas juntas. Traían comida caliente, sábanas, cobijas, colchonetas, almohadas y dulces. Empezaron a repartir leche de vaca caliente para los niños pequeños, pan, refrescos y agua potable para todos los huéspedes. Sus rostros estaban tristes pero había una luz fosforescente en cada uno de ellos que los hacia parecer ángeles salidos del vacío. Empezaron de uno en uno y de una en una, entregando los alimentos e implementos. Nadie podía creer aquello que los ojos humanos apreciaban. Era nada menos que la familia que había salido expulsada del barrio y la misma que fue humillada y pisoteada por quienes ahora estaban tristes y confundidas. En ese amanecer de congoja, la prole despierta y con sanas energías, trabajó como nunca y amortiguaron las penas del pasado ayudando a quienes se burlaron de bellezas ocultas. Los infantes parecían adiestrados en sus labores y se les vio dinámico como si un motor los empujara. Ofrecieron alojamiento en el hotel, a las madres que tuvieran hijos pequeños y a los niños y niñas menores de 10 años. 



Los voluntarios regresaron con nuevos amigos a la casa campestre a las 5.00 de la mañana pero les advirtieron que en las horas de la tarde regresarían con comida caliente y que estarían de nuevo para socorrerlos hasta que pasara la odisea. Se escucharon llantos de gentes aterradas por la sorpresa y sollozos de habitantes incrédulos de lo que todos observaban. Fue un momento como nunca se vivió en toda la nación. De una ciudad cercana llegaron 2.000 militares para ayudar y socorrer a los damnificados. Trajeron carpas, medicinas y alimentos no perecederos. Esos hombres armados que empezaron a custodiar el lugar creyeron que allí nunca había habido viviendas y que las quejas eran producto de una locura que se presenciaba en el aire. 



Leamos Proverbios 12: “13 En la Transgresión de los labios hay una trampa fatal, pero el justo Saldrá bien de la Tribulación. 14 El hombre Será saciado con el bien del fruto de su boca, y también le Vendrá la recompensa de sus manos. 15 En la Opinión del insensato su camino es derecho, pero el que obedece el consejo es sabio. 16 El insensato al instante da a conocer su ira, pero el que disimula la afrenta es prudente. 17 El que habla verdad declara justicia, pero el testigo mentiroso hace engaño. 18 Hay quienes hablan como dando estocadas de espada, pero la lengua de los sabios es medicina. 19 El labio veraz Permanecerá para siempre; pero la lengua mentirosa, Sólo por un momento. 20 Engaño hay en el Corazón de los que traman el mal, pero en el Corazón de los que aconsejan paz hay Alegría. 21 Ninguna adversidad le Acontecerá al justo, pero los Impíos Estarán llenos de males. 22 Los labios mentirosos son Abominación a Jehovah, pero le agradan los que Actúan con verdad. 23 El hombre sagaz encubre su conocimiento, pero el Corazón de los necios proclama la insensatez. 24 La mano de los diligentes Gobernará, pero la de los negligentes Será tributaria. 25 La congoja abate el Corazón del hombre, pero la buena palabra lo alegra. 26 El justo sirve de Guía a su Prójimo, pero la conducta de los Impíos los hace errar. 27 El negligente no alcanza presa, pero el hombre diligente Obtendrá preciosa riqueza. 28 En el camino de la justicia Está la vida, y en su senda no hay muerte.”



Muy temprano a las 8.00 de la mañana, las autoridades evaluaron los daños. Como lo había dicho la radio y el locutor. El 80% de las casas estaban en el suelo destruidas. Las dos casas que eran propiedad del ingeniero y de su esposa no habían sufrido un rasguño. Todo el panorama estaba como después de una guerra nuclear. Un 90% de los enseres estaban navegando rió abajo y era imposible rescatarlos. La fuerza del agua había destruido la fuente de agua potable. El 90% de los postes de alumbrado público estaban sobre las calles como arbolitos moribundos. Por lo menos se gastarían 7 días antes de volver a la normalidad. Murieron 30 ancianos, 15 niños y 20 jóvenes que no pudieron salir a tiempo del desastre. 20 gatos y 30 perros se ahogaron. Sobre las aguas flotaban como canoas los cuerpos inertes de cerdos, vacas y caballos. Se aconsejó que cada familia buscara albergue por su cuenta porque no había una entidad que respondiera por los daños. El paisaje desgarró cada corazón de la zona y no se sabía porque los tiempos cambiaron tan repentinamente. No era un tiempo de lluvias y no había una causa para explicarla. La ciénaga se había apoderado del barrio y ahora solo era una ciénaga más gigante muy parecida a un dictador. El río y la ciénaga se unieron y no se sabía cual de los dos era el mejor navegable. Las bases de las casa no se veían y uno que otro árbol desojado estaba de pie contemplando la macabra escena. El río se bebió y se tragó el 60% de la urbe. Sólo las casas, inmuebles y las carreteras apostadas en la montaña, estaban de pie sin sufrir daño alguno y una que otra que no logró ser tocada por la tragedia. El pueblo quedó aislado en sus comunicaciones. La familia foránea siguió en sus labores y atendió a los de sin casa durante siete largos y penosos días. 



Y lo dice Proverbios 16: “20 El que Está atento a la palabra Hallará el bien, y el que Confía en Jehovah es bienaventurado. 21 El sabio de Corazón Será llamado entendido, y la dulzura de labios aumenta el saber. 22 Fuente de vida es el entendimiento al que lo posee, pero el castigo de los insensatos es la misma insensatez. 23 El Corazón del sabio hace prudente su boca, y con sus labios aumenta el saber. 24 Panal de miel son los dichos suaves; son dulces al alma y saludables al cuerpo. 25 Hay un camino que al hombre le parece derecho, pero que al final es camino de muerte. 26 El apetito del trabajador es lo que le obliga a trabajar, porque su boca lo apremia. 27 El hombre indigno trama el mal, y en sus labios hay como fuego abrasador. 28 El hombre perverso provoca la contienda, y el chismoso aparta los mejores amigos. 29 El hombre violento persuade a su amigo y le hace andar por camino no bueno. 30 El que entrecierra sus ojos para planear perversidades, el que aprieta sus labios, consuma el mal. 31 Corona de honra son las canas; en el camino de la justicia se encuentra. 32 Es mejor el que tarda en airarse que el fuerte; y el que domina su Espíritu, que el que conquista una ciudad. 33 Las suertes se echan en el regazo, pero a Jehovah pertenece toda su Decisión.”

 

Nota Importante: Tenemos un plan programado a partir del 1 de agosto, del año 2023 y la última semana del mes de diciembre 2023, para explicar el grandísimo problema hambrunal que se acerca para el planeta a partir del año 2028. Recorreremos con la ayuda de Dios, cada uno de los países tanto de América Latina como del Mar Caribe incluyendo las comunidades de pueblos originarios que habitan la extensa región de la Selva Amazonas de Colombia, Brasil, Ecuador y Perú. También estaremos dictando conferencias al respecto sobre la Hambruna que viene, en Canadá, Estados Unidos, Inglaterra y España. Los grupos humanos organizados deben prepararse para la hambruna, multiplicar la información y las estrategias que presentamos para sobrevivir en la tragedia a otros grupos y en cada país. Si usted quiere patrocinar esta misión y financiar viajes, necesidades personales y pormenores, agradecemos hacer un aporte económico como donación a la cuenta de nuestra organización a través de PayPal… Aquí - Dios multiplique su ayuda y solidaridad. Ténganos en cuenta en sus oraciones y rezos. Amén …

 

29 mar 2009

LENGUA PONZOÑOSA Y VIPERINA

La mujer vivía con su familia en una gigante y hermosa hacienda rodeada de sofisticadas comodidades, ganado, árboles frutales, hortalizas, pastos, aguas, varias especies de animales domésticos y uno que otro salvaje que se entretenían entre enredaderas, sauces, robles, arbustos, acacias y muy cerca al bosque que embellecía las extensas hectáreas de tierra que Dios les había dado en administración mientras pasaban por la nave tierra como mortales terrícolas humanos. Ella era una dama que llegó a los 60 años cumplidos y su esposo un varón que ostentaba excelsa salud en esa primavera con 70 años de existencia dentro del planeta. Entre los 6 hijos que habían brotado como maravilla de la nada para habitar también el globo, el mayor estaba cumpliendo en esos días 40 años vivo. Los pobladores de la región poco la frecuentaban y en toda la estepa no había para ellos un solo amigo. Cada domingo se les veía ir al culto a un templo ubicado en el centro del terruño cercano, que surtía de agua potable, luz y servicios públicos a una pequeña parte de la población. 



La señora tenía la maldita costumbre de usar mal su lengua. Los campesinos afirmaban que era viperina y ponzoñosa. La consideraban la mas chismosa, mentirosa y calumniadora de la región. Por supuesto que habían otras y otros muchos en la misma dimensión no escalonada. Esa pensaba que todas las mujeres de la pradera y de cada lugar eran sólo prostitutas. Para ella todos los varones eran homosexuales, ladrones, deshonestos, desviados y pervertidos. Con su palabra siempre comparaba a sus connacionales como “muertos de hambre, flojos, vagos, dementes. Ignorantes, atrasados y de mala muerte.” 



Hubo muchos intentos de ella y de un grupo de mujeres del pequeño pueblo arengadas por el Alcalde y otros funcionarios gubernamentales, para expulsar a las prostitutas de la región y cerrar los bares y cantinas del lugar. Varias cartas y memoriales se habían firmado y los mismos se habían hecho llegar a la oficina del Gobernador y hasta al mismo despacho del señor presidente de la nación para que sacaran a los empujones a las “damiselas” del poblado. Los religiosos del lugar tuvieron culpa de esa injusticia y colaboraron con los equivocados y faltos de compasión. Muchas veces los policías y los militares del sitio, golpearon y maltrataron a las trabajadoras sexuales con fuertes palizas, por las misivas que recibían y las mismas quejas cuyo líder y protagonista era la perseguidora. Los grupos humanos del caserío con algunos miembros de las “Juntas de Acción Comunal”, trataron de incendiar cada inmueble que para ellos estaba extraviado. 



Fueron tres locales que lograron quemar en esos últimos 5 años los desalmados. Unas y otros ciudadanos que se encontraban ebrios en el trágico momento también murieron. Inclusive parientes de los mismos incendiarios. Leamos lo que dice la Carta a Santiago 3: “1 Hermanos, no se hagan todos maestros; ya saben que como maestros seremos juzgados con más severidad, 2 y todos tenemos nuestras fallas. El que no peca en palabras es un hombre perfecto de verdad, pues es capaz de dominar toda su persona. 3 Poniendo un freno en la boca del caballo podemos dominarlo, y sometemos así todo su cuerpo. 4 Lo mismo ocurre con los barcos: con un pequeño timón el piloto los maneja como quiere, por grandes que sean, aun bajo fuertes vientos. 5 Así también la lengua es algo pequeño pero puede mucho; aquí tienen una llama que devora bosques.” 



Llegó el día de la partida al otro mundo que desconocemos porque nadie ha regresado de ultratumba para contar la experiencia del viaje sin retorno a la nave tierra. La noticia de la muerte de la doña fue transmitida por la Emisora Radio del municipio y por un canal alternativo de televisión. De varios lugares y ciudades vecinas llegaron a la finca varones y mujeres de todas las condiciones sociales y estirpes. Una gran mayoría estaban conectados con la misma sangre familiar y con el árbol genealógico de su esencia y parentela. No sufrió en el momento del deceso al despedirse para siempre la matrona. Simplemente se acostó a la 1.00 de la tarde, después de haber servido el almuerzo a los comensales y obreros. Ella se sintió muy cansada y fue a su habitación. Se recostó sobre la confortable cama y nunca más se volvió a levantar. Su esposo al ver que ella no estaba en los lugares que acostumbraba a esa hora, fue en busca de ella y la encontró dormida y muerta sin una sonrisa en su boca. 



Su humanidad estaba tiesa y sus músculos no respondieron a los ruegos. El vio que una partecita pequeña del órgano de la lengua de ella, estaba por fuera de sus labios. Sigamos leyendo el texto 3 de Santiago: “6 La lengua es un fuego, y es un mundo de maldad; rige nuestro organismo y mancha a toda la persona: el fuego del infierno se mete en ella y lo transmite a toda nuestra vida. 7 Animales salvajes y pájaros, reptiles y animales marinos de toda clase han sido y de hecho son dominados por la raza humana. 8 Pero nadie ha sido capaz de dominar la lengua. Es un azote que no se puede detener, un derrame de veneno mortal”.

 

Los parientes junto al hombre enviado por la casa fúnebre, no lograron vestir el cadáver congelado de la hija de Dios. Hubo algunos imposibles que obstaculizaron la difícil tarea de colocar ropa limpia sobre la muerta piel. Su inerte cuerpo no se dejaba tocar. No hubo poder humano para acomodar el vestido. Era como una bola de roca petrificada de 5.000 lustros. El peso de la masa corporal había logrado llegar como a 300 libras. Quienes la vieron afirmaban que cada minuto se inflaba como globo de fiesta. Llamaron al sepulturero mas experimentado del pueblo y al médico del poblado para buscar ayuda al suceso que presenciaban los incrédulos y los ojos de los pueblerinos y citadinos. Hasta el cura del pueblo arribó sin ser invitado al sitio y nadie encontró una explicación lógica y física del asunto. 



Los dos varones invitados para descifrar el enigma no hallaron una razón para resolver el hecho que presenciaban. Sólo dijo el facultativo “hay una prostituta que tiene experiencia en vestir cadáveres de difuntos. Según parece ella es experta en poner ropa a toda persona que se va eterna al otro plano”. La familia convino en llamar a la mujer trabajadora sexual. En instantes de minutos llegó a los terrenos de quien antes la había humillado y perseguido. Al entrar la visitante, del cuerpo de la dama sin vida, salió un quejido espantoso como un crujir de dientes. Se escucharon varios lamentos y sollozos. Un olor nauseabundo a mortecina se percibió a lo lejos de los espesos matorrales. 



El mal aroma exclamaba que por lo menos llevaba 7 días el muerto contradiciendo la realidad tangible. La visitante solicitó sal, agua y tres rosas blancas. Cerraron la puerta de la habitación y el sepulturero se quedó para embalsamar el cadáver. No habían pasado 10 minutos cuando un olor a flores de lirios y azucenas salió de la casona. Un jardín de plantas perfumadas aterrizó en el aire en la pradera. La mujer prostituta tuvo la mejor paciencia entre todos. Simplemente ayudada por dos de sus compañeras de labor que había traído y el sepulturero, vistió el cuerpo inerte sin contratiempo de quien hizo daño con su lengua. 



Aquí sigue Santiago en el Capitulo 3 diciendo: “9 Con ella bendecimos a nuestro Señor y Padre y con ella maldecimos a los hombres, hechos a imagen de Dios. 10 De la misma boca salen la bendición y la maldición. 11 Hermanos, esto no puede ser así. ¿Es que puede brotar de la misma fuente agua dulce y agua amarga? 12 La higuera no puede producir aceitunas ni la vid higos, y lo salobre no dará agua dulce. 13 ¿Así que eres sabio y entendido? Si tu sabiduría es modesta, veremos sus frutos en tu conducta noble. 14 Pero si te vuelve amargo, celoso, peleador, no te fíes de ella, que eso sería mentira. 15 Esa clase de sabiduría no viene de arriba sino de la tierra, de tu propio genio y del demonio. 16 Y donde hay envidia y ambición habrá también inestabilidad y muchas cosas malas.” 



La noticia del suceso y la algarabía del hecho se regaron como polvo y lava de volcán ardiendo en cada plan de la basta zona. Llegaron cada vez nuevos pobladores y curiosos. De lejanas tierras muchas personas querían ser testigos de la macabra escena. Un grupo de familias se las ingenió para preparar alimento y alojamiento para quienes llegaban como si fueran turistas en vacaciones. Se sacrificaron 10 reces de ganado cebú y 3 novillas criollas de raza fina. 300 gallinas y 200 gallos fueron llevados a la cocina para la suculenta culinaria. Los parroquianos tuvieron que sentarse en cualquier parte y sobre los prados. El esposo compró licor y otras viandas para atender a todos los vecinos que nunca antes habian entrado a esa fina casa. 



Fue la primera vez que el rancho de los ricos se vio lleno de amigos improvisados y testigos. La muerte de la dama acercó las sementeras. Todos llegaban con ramos de flores y coronas con letras de poetas y ensueños. A las 3.00 de la mañana y mientras el aire frío invadía la mansión, el pesado cajón fue trasladado del lugar al centro de la casaquinta. Rezos, oraciones y novenas se escuchaban a lo lejos. La tristeza juntó al miedo de toda la pradera con el sueño. La velación duró tres días como si hubiera llegado un carnaval. Hasta chistes y comedias se lanzaron sin respetar el cuerpo inerte de la dama y menos el dolor sensible de la familia. Por fin hicieron los preparativos para enterrarla en el cementerio principal de la cabecera municipal. 



Todo quedó organizado para un martes a las 3.00 de la tarde. A la misma hora que el médico consideró haber muerto quien se despedía para siempre. Faltaban 15 minutos para las 2.00 de la tarde y ellos debían sacar el féretro de la casona para colocarlo sobre un automóvil fúnebre. El cajón mortuorio aumento su peso. Al parecer no se dejaba sacar de la habitación en donde ella había ubicado su vida desde niña. 10 varones fuertes y jóvenes llegaron inmediatamente para apoyar a quienes no tenían fuerzas para el trabajo de despedida. Fue imposible mover el ataúd. La familia buscó unas varas gruesas de roble fino y las colocaron como palancas por debajo de la escena. Todas se reventaron como hilos o naipes de baratija. Lucharon con todas las ganas. Nada hizo posible sacar el cuerpo de la morada. 



Uno de los familiares hizo saber que cerca y a dos horas del lugar, vivía un misionero que había llegado del extranjero y que estaba desde hacía 3 años en la misma zona. Comisionaron a un grupo de parientes para que fueran en busca de nuevas ayudas. Mientras tanto la lengua de la dama muerta empezó a crecer como caucho. El vidrio que acostumbran a poner los terrícolas humanos sobre el cajón que deja ver la cara del difunto, empezó a ceder hasta que se despedazó como ráfaga de viento o pedazos de granizos que se derriten al calor del sol. Rápidamente fueron por otro ataúd porque el primero se desplomó como ceniza o lodo. El cuerpo muerto salió volando por el aire y fue a posarse sobre uno de los ángulos de la sala principal del inmueble. Lo que fue un fuerte mueble quedo convertido en trozos de madera y mineral. Su esposo observó que la lengua de su amada en vida estaba mucho mas larga y crecía como arbusto.



De nuevo las prostitutas del lugar entraron en acción y colocaron el inerte cadáver dentro de una nueva caja mortuoria recién traída. La dama muerta se dejaba cargar como cosa curiosa e inexplicable de quienes ella consideró pecadoras y sus enemigas en vida. La lengua seguía creciendo y ya alcanzaba los 70 centímetros de largo y 10 centímetros de grueso. El misionero apareció a las 5.30 de esa tarde. De inmediato empezó con salmos, himnos y oraciones para despedir a la muerta. 



Un metro de largo alcanzó la lengua y como culebra se extendió por encima del cadaver muerto. El color era rosado como si aún tuviera vida. A medida que el varón oraba la lengua reducía su tamaño. Logró con la ayuda de las alturas y de seres intangibles reducir a 20 centímetros el largo del órgano de la contienda y a 3 centímetros llegó su gruesor. A las 6.30 un desfile de caballos con sus jinetes rodeó el carro fúnebre con miles y miles de parroquianos. Cámaras de fotografía y televisión llegaron en ese momento. La difunta se dejo cargar sin mayor riesgo a su última morada. Todos estaban asustados menos el hombre de fe. La noche estaba helada y lograron llegar al cementerio a las 7.00 nocturnas, cuando la luna observaba tímidamente con más luz el paisaje terrestre. Las prostitutas del pueblo y otras que llegaron de otros lugares acompañaban el desfile con lujos de detalles el final de la tumba y sepultura. Un silencio nocturno estuvo presente como avisando la despedida. Nadie pronunció palabra alguna y el temor se sentía a la distancia como trinchera. 



Los caballos no se dejaron conducir dentro del cementerio y los jinetes lo hicieron a pie para no confundir aún mas la tragedia. El esposo lloró en la despedida mientras las damas perseguidas oraban sin cansarse por la partida de la dama. El marido empezó a planear un cambio en su vida. Al siguiente día llamó al Notario del pueblo y escrituró parte de la hacienda a las prostitutas y les dijo que ya no tenían necesidad de ir a esas labores. El les construyó con su dinero casas y albergues. Les dio tierras para que a partir de esos meses las cultivaran. El hombre arrepentido donó para la “Escuela Veredal” un inmenso lote terreno y distribuyo el ganado entre los más pobres de la zona. 



El viudo le entregó al Alcalde del pueblo otro lote terreno para que construyera el anhelado colegio de los campesinos. El ciudadano cambió de la noche a la mañana como si el misterio le hubiera explicado una lección que aún nadie entiende. Todo lo que tenía lo repartió entre sus hijos, parientes y marginados de la región. El esposo murió sonriente después de tres meses de la partida de su esposa. Hoy en día tanto la escuela como la institución secundaria llevan el nombre del esposo que murió pobre pero feliz y sonriente. Todos vieron que la lengua de él no salió hacia afuera.



Dijo antes de partir que la voz de su esposa lo había llamado y que ella afirmaba estar dichosa y tranquila en su nueva vivienda. Finaliza el Capitulo 3 de Santiago así: “17 En cambio la sabiduría que viene de arriba es, ante todo, recta y pacífica, capaz de comprender a los demás y de aceptarlos; está llena de indulgencia y produce buenas obras, 18 no es parcial ni hipócrita. Los que trabajan por la paz siembran en la paz y cosechan frutos en todo lo bueno”.

Nota Importante: Tenemos un plan programado a partir del 1 de agosto, del año 2023 y la última semana del mes de diciembre 2023, para explicar el grandísimo problema hambrunal que se acerca para el planeta a partir del año 2028. Recorreremos con la ayuda de Dios, cada uno de los países tanto de América Latina como del Mar Caribe incluyendo las comunidades de pueblos originarios que habitan la extensa región de la Selva Amazonas de Colombia, Brasil, Ecuador y Perú. También estaremos dictando conferencias al respecto sobre la Hambruna que viene, en Canadá, Estados Unidos, Inglaterra y España. Los grupos humanos organizados deben prepararse para la hambruna, multiplicar la información y las estrategias que presentamos para sobrevivir en la tragedia a otros grupos y en cada país. Si usted quiere patrocinar esta misión y financiar viajes, necesidades personales y pormenores, agradecemos hacer un aporte económico como donación a la cuenta de nuestra organización a través de PayPal… Aquí - Dios multiplique su ayuda y solidaridad. Ténganos en cuenta en sus oraciones y rezos. Amén …

 

18 mar 2009

CAMPANAS MORIBUNDAS CON SANGRE

El fatídico día llegó y Jorge Eliécer cayó sobre uno de los andenes en la calle principal de la metrópoli capitalina. Fue un 9 de Abril. Sus enemigos celebraron misas, oraciones, novenas y rezos por el vil asesinato. El varón con dignidad, inteligencia y valor, había denunciado las anomalías, robos, saqueos y mentiras que usaba la clase dominante para permanecer en el poder de una nación que traicionó la honorabilidad y honradez de su libertador. Lagrimas y congojas entristecieron a las masas de campesinos y ciudadanos que con seguridad sabían que el hombre haría un verdadero cambio en busca de justicia y bienestar. Desde entonces el país no ha salido del marasmo desgarrador. Allí aún masacran la vida de los inteligentes y rectos. Hoy gobiernan los necios e ignorantes. Hay gritos que no se quedan en el firmamento de los lugares y salen vomitados al espacio de la lucidez.

 

Los dos bandos aparentemente opositores estaban felices por la desaparición del inmortal difunto. Uno de ellos creó la farsa y montó escena teatral para enredar dentro de sus uñas nauseabundas a los incautos con sus votos. El genio del 48, declaró con prudencia la pertenencia al Partido Liberal para que no lo desaparecieran antes. Sus ideas, proyecto y disciplina superaron la tesis de la cuestionada organización. Jorge Elíecer, estuvo magistralmente por encima de los falsos políticos del momento y de esos de siempre. Los mortales terrícolas humanos equivocados no lo dejaron vivir y se las ingeniaron para aparecer frente a los grupos sociales como blancas palomas de amor y paz. Los gobernantes de turno a través de un ministerio que se inventaron como educación, prohibieron enseñar matemáticas a los parroquianos para que los hijos e hijas de Dios no contaran ni sumaran a sus muertos caídos. Desde entonces nada aumenta. Todo disminuye. Cada día nacen menos flores en los caminos y escasean las orquídeas y margaritas. Jesús de Nazaret lo dijo: “Los envío como ovejas en medio de lobos.”

 

Mientras los pobres y marginados que seguían al caudillo lloraban en las plazas de las ciudades y en los campos, la Iglesia oficial se hizo al lado de los poderosos opositores y usó como trinchera para el mortal ataque: Púlpitos, capillas, templos, palacios, casas, mansiones, oficinas, fincas, seminarios, cátedras y edificios. El bando oponente al líder era el conservador y con ese se alinearon los religiosos. Esos armados hasta con machetes, cuchillos, escopetas, garrotes y martillos, desgarraron la vida de los connacionales. La nación se convirtió en un cementerio ambulante y en cada esquina se hizo natural y cotidiano encontrar el cuerpo inerte de un inocente o una mujer violada por los pervertidos y desviados demonios. Los sacerdotes de la época y sus compinches, se subían a los campanarios y desde allí disparaban sus armas para segar la humanidad de los indefensos. Los obesos jefes conocidos como obispos, proclamaban con sus bocas infectadas de tóxicos hirientes que no era pecado matar liberales. Los amigos del muerto se las ingeniaron y también se armaron aumentando el desgarrador episodio. Caían terrícolas de los dos bandos. No hubo poder humano ni divino para detener el río de sangre.

 

En varios municipios importantes entre el comercio y la ganancia ilícita, los conservadores amarraban a los liberales y los despedazaban a filo de machete y grandes palizas. Hoy se reemplazaron por motosierras y siguen descuartizando los cuerpos de aquellos que intentan enfrentar sin armas sólo con protestas al régimen de muerte. Inclusive hombres armados dentro de las ciudades, asesinaron en una céntrica avenida a uno de bien que se opuso al régimen de frente. No se respetó ni siquiera la tarima, el jeep campero, el avión o el aeropuerto, para segar la vida de otros que presentaban nuevos proyectos. En 3 años poco a poco y con la misma maquinaria, exterminaron la vida que pasa el número de 45 mil oponentes por haber organizado un partido nuevo. Si se contara el número total de los muertos se necesitarían por lo menos de un millón de tomos con sus libros juntos. Miles y miles de ciudadanos de aquellos que quedaron vivos, ahora viven lejos de su tierra y algunos no desean regresar a su patria. La misma nación injusta y cruel, se jacta de ser un paraíso de bondades pero nadie sabe que la ufana ni ¿Dónde? están sembrados los blancos claveles de la dicha. El carpintero de Belén lo expresó en Lucas 17: “26 Como Pasó en los Días de Noé, Así también Será en los Días del Hijo del Hombre: 27 Ellos Comían y Bebían; se casaban y se daban en casamiento, hasta el Día en que Noé Entró en el arca, y vino el diluvio y los Destruyó a todos. 28 Asimismo, también Será como Pasó en los Días de Lot: Comían, Bebían, compraban, Vendían, plantaban y edificaban; 29 pero el Día en que Lot Salió de Sodoma, Llovió del cielo fuego y azufre, y los Destruyó a todos. 30 Así Será en el Día en que se manifieste el Hijo del Hombre.”

 

Algunos propietarios de un panfleto amarillista unido a un periódico mediocre, creyeron ser los dueños de la información y de las mismas conciencias. Esos con mañas y artimañas cancerosas, escribieron frases mentirosas que adoctrinaron al manso pueblo. Ahora las mismas adornan los salones y las fiestas de los descarriados que robando con avisos publicitarios y clasificados, llenan sus panzas de aceite caliente que indigesta la sana costumbre. Escriben narrativas llenas de odio, miedo, azufre y muerte. Creen que con sus calumnias y falsas letras, estan dejando huella histórica transparente. En su momento caerán como mangos maduros que habitan en la selva infecunda. Como el Nazareno muchos humanos varones y mujeres han entendido la misión que les corresponde en el planeta tierra a donde llegaron los desalmados monstruos.

 

Leamos aquello que escribe Lucas 4: “16 Fue a Nazaret, donde se Había criado, y conforme a su costumbre, el Día Sábado Entró en la sinagoga, y se Levantó para leer. 17 Se le Entregó el rollo del profeta Isaías; y cuando Abrió el rollo, Encontró el lugar donde estaba escrito: 18 El Espíritu del Señor Está sobre Mí, porque me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado para proclamar libertad a los cautivos y vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos 19 y para proclamar el año agradable del Señor. 20 Después de enrollar el libro y devolverlo al ayudante, se Sentó. Y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. 21 Entonces Comenzó a decirles: --Hoy se ha cumplido esta Escritura en vuestros Oídos.”

 

Los traumas, lagrimas y tristezas, continúan vagando solitarias por el sendero de los montes, valles y montañas en los cuatro puntos cardinales del pedazo de suelo de la disputa. Todos los humanos del territorio moribundo, creen estar actuando por el mejor de los carriles que al cielo conduce y todos y todas están equivocados. Los ángeles de Dios se han retirado del aire y del espacio que un día fue bello antes de estrenarse. Los jóvenes intrépidos dicen que sólo es un video como película lo que están viviendo y que un día no muy lejano, el Dios de la luz visitará de nuevo las autopistas y sus casas. Los hombres que habitan sobre las montañas dicen que “no hay con quien ni con que hacer un remedio para curar la enfermedad social que está clavada en las extrañas, mentes y corazones.” Hay ceguera en los cuerpos y los oídos han paralizado las consignas. Las cabezas se han quedado sin el intelecto y nadie es capaz de romper el hielo del desorden. Algunos optimistas lanzan nuevas propuestas para que florezcan arrayanes como enredaderas en los próximos 500 años sobre las sabanas. Mientras tanto el espíritu de Jorge Eliécer sigue batallando en la contienda. Los manzanos de la huerta casera están de pie esperando un nuevo rocío que les ayude en su fructífero resplandecer. Los verdes sauces por donde pasaron las voces huracanadas del luchador no han dejado de mecer sus ramas y se prestan para ayudar a quienes harán el cambio sin necesitar de nada. Los cayenos con sus rojas flores abren cada mañana sus pétalos perfumados para que no se pierda la esperanza de quienes esperan una nueva jornada.

 

El atardecer sigue intacto como espectáculo de hierro fundido y acero mezclado con níquel para que el Sol no se retire a otra frontera. Todos y todas deben regresar a la misma tierra para derribar el obstáculo mortífero. Conozcamos lo que dice Ruth 1: “7 Salió con sus dos nueras del lugar donde estaba, y emprendieron el camino para regresar a la tierra de Judá. 8 Entonces Noemí dijo a sus dos nueras: --Id y volveos, cada una a la casa de su madre. Que Jehovah haga misericordia con vosotras, como la habéis hecho vosotras con los difuntos y conmigo. 9 Jehovah os conceda hallar descanso, cada una en la casa de su marido. Luego las Besó, y ellas alzaron su voz y lloraron. 10 Y le dijeron: --Ciertamente nosotras volveremos contigo a tu pueblo. 11 Y Noemí Respondió: --Volveos, hijas Mías. ¿Para qué habéis de venir conmigo? ¿Acaso tengo Más hijos en el vientre, que puedan ser vuestros maridos? 12 Volveos, hijas Mías, idos; porque yo ya soy demasiado vieja para tener marido. Aunque dijera que tengo esperanza, y si esta noche yo tuviera marido y aun diese a luz hijos, 13 ¿Esperaríais vosotras hasta que crecieran? ¿Habríais de quedaros sin casar por causa de ellos? No, hijas Mías, mi amargura es mayor que la vuestra, porque la mano de Jehovah se ha levantado contra Mí. 14 Entonces ellas, alzando su voz, lloraron otra vez. Luego Orfa Besó a su suegra, pero Rut se Quedó con ella. 15 Noemí le dijo: --He Aquí, tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses. Vuélvete Tú tras ella. 16 Pero Rut Respondió: --No me ruegues que te deje y que me aparte de ti; porque a dondequiera que Tú vayas, yo iré; y dondequiera que Tú vivas, yo viviré. Tu pueblo Será mi pueblo, y tu Dios Será mi Dios. 17 Donde Tú mueras, yo moriré; y Allí seré sepultada. Así me haga Jehovah y aun me añada, que Sólo la muerte Hará Separación entre Tú y yo. 18 Viendo Noemí que Rut estaba tan resuelta a ir con ella, no le dijo nada Más.”

 

Han llegado voces con armaduras de cristales que proclaman que una dama será quien sembrará de fragancia el mismo suelo y ella dará una lección sencilla para gobernar de nuevo. Jinetes sobre caballos montañeros de la estepa se preparan para saltar el muro que construyeron los enemigos de la vida y que están lesionando la justicia social con sus penumbras. Grupos humanos entrarán a las ciudades con nuevos sueños y golpearan con risas y cantos a la muerte. Los sicarios y asesinos serán perdonados pero deberán ser apartados de las urbes para que purguen sus delitos y sus penas en los desiertos entre muros. Volverán a nacer niños puros y niñas desintoxicadas de barbaries. Las ratas vivas deben volver con sus crías a sus regiones. La tierra se debe repartir entre los pobres y desplazados con sus riquezas. Aquellos que se apoderaron de los terrenos y de las mismas algarabías, se les debe desapropiar cada lote, cultivo o ganado usurpado. Los espíritus valientes deben regresar sin miedo a la nación de las contradicciones sin miseria.

 

Jesucristo expresó así en Lucas 17: “1 Dijo a sus Discípulos: --Es imposible que no vengan tropiezos; pero, ¡ay de aquel que los ocasione! 2 Mejor le fuera que se le atase una piedra de molino al cuello y que fuese lanzado al mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeñitos. 3 Mirad por vosotros mismos: Si tu hermano peca, repréndele; y si se arrepiente, Perdónale. 4 Si siete veces al Día peca contra ti, y siete veces al Día vuelve a ti diciendo: "Me arrepiento", Perdónale. 5 Los Apóstoles dijeron al Señor: --Auméntanos la fe. 6 Entonces el Señor dijo: --Si tuvieseis fe como un grano de mostaza, Diríais a este Sicómoro: "¡Desarráigate y Plántate en el mar!" Y el árbol os Obedecería. 7 ¿Y quién de vosotros, teniendo un siervo que ara o apacienta, al volver éste del campo, le Dirá: "Pasa, siéntate a la mesa"? 8 Más bien, le Dirá: "Prepara para que yo cene. Cíñete y Sírveme hasta que yo haya comido y bebido. Después de eso, come y bebe Tú." 9 ¿Da gracias al siervo porque hizo lo que le Había sido mandado? 10 Así también vosotros, cuando Hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid: "Siervos Inútiles somos; porque Sólo hicimos lo que Debíamos hacer."

 

Nota Importante: Tenemos un plan programado a partir del 1 de agosto, del año 2023 y la última semana del mes de diciembre 2023, para explicar el grandísimo problema hambrunal que se acerca para el planeta a partir del año 2028. Recorreremos con la ayuda de Dios, cada uno de los países tanto de América Latina como del Mar Caribe incluyendo las comunidades de pueblos originarios que habitan la extensa región de la Selva Amazonas de Colombia, Brasil, Ecuador y Perú. También estaremos dictando conferencias al respecto sobre la Hambruna que viene, en Canadá, Estados Unidos, Inglaterra y España. Los grupos humanos organizados deben prepararse para la hambruna, multiplicar la información y las estrategias que presentamos para sobrevivir en la tragedia a otros grupos y en cada país. Si usted quiere patrocinar esta misión y financiar viajes, necesidades personales y pormenores, agradecemos hacer un aporte económico como donación a la cuenta de nuestra organización a través de PayPal… Aquí - Dios multiplique su ayuda y solidaridad. Ténganos en cuenta en sus oraciones y rezos. Amén …

 

16 mar 2009

DESORDEN COSMICO INDISCIPLINADO

Empecemos conociendo aquello que dice el libro de Génesis en su capitulo 1: “1 En el principio Creó Dios los cielos y la tierra. 2 Y la tierra estaba sin orden y Vacía. Había tinieblas sobre la faz del océano, y el Espíritu de Dios se Movía sobre la faz de las aguas. 3 Entonces dijo Dios: "Sea la luz", y fue la luz. 4 Dios vio que la luz era buena, y Separó Dios la luz de las tinieblas. 5 Dios Llamó a la luz Día, y a las tinieblas Llamó Noche... 14 Entonces dijo Dios: "Haya lumbreras en la Bóveda del cielo para distinguir el Día de la noche, para servir de señales, para las estaciones y para los Días y los años. 15 Así sirvan de lumbreras para que alumbren la tierra desde la Bóveda del cielo." Y fue Así. 16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras: la lumbrera mayor para dominar en el Día, y la lumbrera menor para dominar en la noche. Hizo también las estrellas. 17 Dios las puso en la Bóveda del cielo para alumbrar sobre la tierra, 18 para dominar en el Día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que esto era bueno. 19 Y fue la tarde y fue la mañana del cuarto Día.” Así el Todopoderoso bendice nuestra luz y desde los primeros días, el Altísimo saca del abismo y de la oscura caverna la vida y le da más vida en abundancia. Cuando el hombre llegó a la tierra ya el Omnipresente había separado la luz de las tinieblas. Contrariamente a la voluntad de Dios, los mortales terrícolas humanos hemos usado en forma irracional la inteligencia que el dueño del orbe nos dio. La lista de hechos macabros en contra de la vida y de la continuidad existencial del planeta es incontable. Es positivo saber ¿Cuándo? se disparó con mayor peligro la continuidad de nuestra existencia y permanencia dentro este sistema creado. Desde que el Altísimo nos entregó la tierra como lugar para vivir, desarrollarnos y evolucionar, los errores y equivocaciones del humano mortal han deteriorado el planeta y cosmo. La Segunda Guerra Mundial tal vez fue una de las peores masacres materializadas sobre el ser humano, planeta, galaxia, y universo. Aunque el sanguinario alemán Hitler y sus cómplices tienen responsabilidad en la hecatombe, hay otros protagonistas desalmados que participaron sin pensar en el futuro Inter Galáctico ni en la defensa de la vida que Dios entregó en forma gratuita con amor y misericordia.

 

Recordemos algunos datos que guarda la memoria histórica de los libros y que los mismos aceleraron el proceso final destructivo de nuestra galaxia. “En noviembre de 1944 comenzaron los bombardeos sobre Japón. Durante varios meses, la 20ª Air Force compuesta por 500 bombarderos B-190., descargó más de 4.000 toneladas de bombas sobre Japón. A finales de febrero de 1945 las defensas aéreas japonesas habían sido prácticamente anuladas y los principales objetivos de interés militar, alcanzados. El 10 de marzo de 1945 Tokio, la capital de Japón, fue bombardeada. Japón por su parte bombardeo propiedades de Estados Unidos, a otras naciones y masacró la vida de muchos varones y mujeres en varios puntos de la tierra. El sanguinario ejército japonés era un grupo armado delincuencial tenebroso sin alma ni ley. El emperador japonés fue tan terco que aún su ponzoñosa voz atrofia la galaxia y paraliza la vida del universo. Los ángeles de Dios no pudieron detener la guerra y Satanás gozó de éxtasis por la infame maniobra. Durante la Segunda Guerra Mundial, Hiroshima era una ciudad de importancia militar considerable. Estaba en la lista estadounidense de blancos atómicos: Kioto, Nigata, Kokura, Nagasaki e Hiroshima. El 26 de julio de 1945, el presidente de Washington Harry Truman, lanzó una proclama al pueblo japonés, conocida luego como la Declaración de Potsdam, pidiendo la rendición incondicional del Japón sopena de sufrir una devastadora destrucción aunque sin hacer referencia al lanzamiento de las bombas atómicas.

 

Según lo dicho, “Japón sería desposeído de sus conquistas y su soberanía quedaría reducida a las islas niponas. Además los ‘dirigentes militares’ del Japón serían procesados y condenados restableciéndose la libertad de expresión, de cultos y de pensamientos según los aliados de la II Guerra Mundial.” El Japón quedaría sujeto a pagar indemnizaciones, sus ejércitos “serían desmantelados y el país tendría que soportar la ocupación aliada.” El 29 de julio el premier japonés Suzuki rechazó la propuesta de Truman. El 3 de agosto, Truman dio la orden de arrojar las bombas atómicas en Hiroshima, Kokura, Niigata y/o Nagasaki. El 6 de agosto despegaron rumbo a Hiroshima la primera formación de bombarderos B-29. Uno de ellos, el Enola Gay, piloteado por el coronel Paúl Tibbets, llevaba la bomba atómica; otros dos aviones lo acompañaban en calidad de observadores. Súbitamente apareció sobre el cielo de Hiroshima el resplandor de una luz blanquecina rosada, acompañado de una trepidación monstruosa que fue seguida inmediatamente por un viento abrasador que barría cuanto hallaba a su paso. Las personas quedaban calcinadas por una ola de calor espeluznante. Muchísimas personas murieron en el acto, otras yacieron retorciéndose en el suelo y clamando ayuda en su agonía por el intolerable dolor de sus quemaduras. Los huesos de los vivos lentamente se derretían como aceite. Pasados los minutos grupos de gente en caravana quemada totalmente pero con vida y con jirones de piel colgando, mutilados por los escombros, algunos chamuscados parcialmente sólo por el lado expuesto a la explosión, caminaban sedientos y se tiraban al río. Muchos se ahogaron en masa. Los incendios se sucedían uno tras otro. Los cadáveres de los muertos flotaban como naipes de baratija sobre las aguas del río y todos creían que estaban metidos en un sueño infernal. Las mentes humanas perdieron su lucidez. Se escuchaban voces con aullidos aterradores a kilómetros de distancia. Los animales que quedaron en pie se arrastraban como culebras heridas. Los cuerpos de las aves se asemejaron a esqueletos de ratas.

 

Media hora más tarde sucedió un efecto extraño que caía del firmamento: “Empezó a sentirse sobre los cuerpos vivientes sin casa ni techo, una lluvia aceitosa gelatinosa de color negrusco brilloso.” Esa masa traía el carboncillo condensado de todo material orgánico incendiado (entre ellos los miles de cuerpos humanos), y de la mezcla de los elementos radiactivos de la bola de humo que se había levantado. Ese fenómeno de origen hasta entonces misterioso y desconocido, causó más víctimas días después por anemia, espasmos y convulsiones. El caos, el desconcierto y la ruina fueron totales. El paisaje calcinado adquirió un tono gris uniforme, como si el color se hubiera extinguido para siempre. Los rayos del sol no pudieron ingresar al paisaje. El pasto verdoso se volvió rojo grisáceo y la clorofila se desintegró en el aire. El 92% de las edificaciones sólidas de Hiroshima fue arrasado. Estados Unidos convirtió a la tierra del Japón en un infierno ambulante. Hasta el mar y sus aguas lloraron de asombro por el horrendo e inhumano episodio.

 

La gran ciudad aún ardiendo, y cubierta por espesas nubes de humo, sopa atómica y ceniza, quedó como una cicatriz anaranjada palo de rosa sobre la tierra creada. Desde la luna se hubiera podido percibir el olor quemado a carne humana, animal, mineral y vegetal que se habían incinerado. En esa época los mortales terrícolas humanos no sabían que después de una explosión nuclear nadie debía acercarse a la zona. La radiación continúo durante varios días y/o meses, generando cánceres de distintos tipos y debilidad mental. Los miles de médicos, soldados y enfermeros voluntarios que llegaron a Hiroshima, murieron todos de cáncer en los siguientes años. La galaxia entera lloró a sus muertos y el universo perdió la voz y permaneció en silencio absoluto. A la medianoche las primeras noticias de la causa del desastre llegaron a Tokio directamente por voceros de la “Casa Blanca.”

 

Mientras el ejército japonés trataba de ocultar avergonzado el bombardeo a sus ciudadanos y al mundo, el presidente Truman se dirigió a la población mundial a través de la televisión y habló de esta manera: "Hace poco tiempo un avión americano ‘de Estados Unidos’ ha lanzado una bomba sobre Hiroshima inutilizándola para el enemigo. Los japoneses comenzaron la guerra por el aire en Pearl Harbor, han sido correspondidos sobradamente. Pero este no es el final, con esta bomba hemos añadido una dimensión nueva y revolucionaria a la destrucción. Si no aceptan nuestras condiciones pueden esperar una lluvia de fuego que sembrará más ruinas que todas las hasta ahora vistas sobre la tierra." El 9 de agosto, el espectáculo de la aniquilación nuclear se repitió en Nagasaki, situada en una de las islas menores de Japón llamada Kyushu. El bombardero B-29, "Bock’s Car", lanzó sobre esa ciudad industrial a fat boy, una bomba de plutonio, con la capacidad de liberar el doble de energía que la bomba de Urano. Los efectos fueron menos devastadores por la topografía del terreno pero 73.000 personas perdieron la vida y 60.000 resultaron heridas. El ministro de guerra japonés Korechika Anami comunicó inmediatamente que el Japón seguiría peleando hasta perder a su último hombre. Por esas horas dramáticas, los oficiales del Ejército y la Armada se enfrentaban al pesimismo del emperador Hirohito que se mostraba dispuesto a firmar la rendición incondicional. Un intento de golpe de estado interno japonés aumentó el derramamiento de sangre humana y causó la muerte de miles de soldados leales al emperador y de algunos cientos de oficiales rebeldes.

 

El 15 de agosto, casi una semana después de Nagasaki, el pueblo japonés escuchaba por primera vez la voz de su emperador que había tenido que descender de su estúpida condición divina para convencer a su pueblo de que debía rendirse. Sin pronunciar la palabra "rendición" por orgullo, dijo: ‘La guerra ha terminado.’ Los japoneses se entregaron incondicionalmente ante las fuerzas aliadas. Con ello, la Segunda Guerra Mundial, que empezó en 1939, se dio por concluida. Las bombas nucleares devastaron Hiroshima y Nagasaki. Sin embargo los efectos del bombardeo sobre cada ciudad no fueron iguales. La situación geográfica de cada lugar influyó sobre el grado de destrucción. En Hiroshima, emplazada sobre un valle, las olas de fuego y radiación se expandieron más rápidamente y a mayor distancia que en Nagasaki, cuya orografía montañosa contuvo la expansión de la destrucción. En esta zona no permaneció en pie ni una sola edificación. Se quemaron además las estructuras de acero de los edificios de concreto. Las ondas expansivas de la explosión hicieron estallar vidrios de ventanales situados incluso a 8 kilómetros del lugar de la explosión. Los árboles fueron arrancados desde su raíz y quemados por el calor.

 

En algunas superficies, como los muros de algunos edificios, quedaron plasmadas las "sombras" de carbón de las personas que fueron desintegradas repentinamente por la explosión. Los cuerpos humanos convertidos en cenizas y sopa nuclear, parecían pinturas plásticas sobre los muros de las raídas y desintegradas edificaciones. El fuego se apoderó de las ciudades, especialmente de Hiroshima, donde se formó una "tormenta de fuego" con vientos de hasta 60 kilómetros por hora. Había incendios por todos lados. Miles de personas y animales murieron quemados, o bien sufrieron graves quemaduras e incluso heridas por los fragmentos de vidrio y otros materiales que salieron disparados por la explosión. Las tejas de barro de las casas se derritieron. La gran mayoría de las residencias de madera ardieron en llamas. El olor a muerto o cadáver incinerado llegó a 15 mil kilómetros cuadrados de distancia en la superficie de la tierra. Algunos historiadores afirman que las secuelas de la explosión alcanzaron en el aire las paredes y el interior de las naves de los militares que dispararon las bombas.

 

Los sistemas telefónicos y eléctricos quedaron arruinados. Se calcula que en Hiroshima desaparecieron cerca de 20 mil edificios y casas. En Nagasaki quedó destruida el 40% de la ciudad. Los sobrevivientes de la explosión parecían siluetas que deambulaban entre cenizas y humo. Sus movimientos y quejas los convirtió en fantasmas ciegos. Lo último que vieron fue el resplandor nuclear de la contradicción. La gran mayoría de los habitantes de Hiroshima y Nagasaki estuvieron expuestos a la lluvia radioactiva. Las consecuencias de esta exposición sobre sus cuerpos no fueron perceptibles de inmediato. Pasaron días, meses y hasta años antes de manifestarse los síntomas del daño. El efecto psicológico inmediato a la destrucción fue la parálisis. La población entró en una especie de inacción y pánico en sollozos. El silencio y el llanto desgarrador hicieron parte del quejido del planeta. Fue de cierta manera el comienzo de la autodestrucción de nuestro hermoso planeta, de su gente y de la mansión que fue creada para la vida. Los daños fueron inenarrables. La verdadera tragedia fue la pérdida de vidas humanas. Hiroshima, con una población de 350 mil habitantes, perdió instantáneamente a 70 mil y en los siguientes cinco años murieron 70 mil más a causa de la radiación. En Nagasaki, donde había 270 mil habitantes, murieron más de 70 mil antes de que terminara el año y miles más durante los siguientes años. Se pensó que en total murieron cerca de 250 mil personas.

 

Se calcula que cada ciudadano japonés muerto por el bombardeo atómico costó inicialmente a los Estados Unidos entre 5.000 a 8.000 dólares. Esta cifra aun sigue en duda y se discute la proporción. Al día siguiente en las principales ciudades estadounidenses festejaron por todo lo alto el lanzamiento de la primera bomba atómica sobre Hiroshima. Los medios de comunicación con sus endemoniados propietarios, hombres desalmados con su chuchentos periodistas de muerte exclamaban: “Damos gracias a Dios por haberle dado a América la bomba atómica, porque ¿quién sabe como la hubiera usado otra nación?” Las encuestas demostraron que más del 80% de los estadounidenses estaban de acuerdo con los lanzamientos de las bombas atómicas. Los efectos de la bomba atómica lesionaron las hormonas de toda la humanidad y enfermaron los cromosomas del hombre en toda la tierra. La historia de la humanidad y la del universo se partió en dos. El velo radiante del amor y de la misma vida quedó chamuscado como carbón mineral extraído de la oscura caverna.

 

Conozcamos lo que dijo Jesucristo por boca de Mateo 24: “3 Estando él sentado en el monte de los Olivos, sus Discípulos se acercaron a él aparte, y le dijeron: --Dinos, ¿Cuándo Sucederán estas cosas? ¿Y qué señal Habrá de tu venida y del fin del mundo? 4 Respondió Jesús y les dijo: --Mirad que nadie os engañe; 5 porque muchos Vendrán en mi nombre diciendo: "Yo soy el Cristo", y Engañarán a muchos. 6 Oiréis de guerras y de rumores de guerras. Mirad que no os turbéis, porque es necesario que esto acontezca; pero Todavía no es el fin. 7 Porque se Levantará Nación contra Nación y reino contra reino. Habrá hambre y terremotos por todas partes. 8 Pues todas estas cosas son principio de dolores. 9 Entonces os Entregarán a Tribulación y os Matarán, y seréis aborrecidos por todas las naciones por causa de mi nombre. 10 Entonces muchos Tropezarán; y se Traicionarán unos a otros, y se Aborrecerán unos a otros. 11 Muchos falsos profetas se Levantarán y Engañarán a muchos; 12 y por haberse multiplicado la maldad, se Enfriará el amor de muchos. 13 Pero el que persevere hasta el fin Será salvo. 14 Y este evangelio del reino Será predicado en todo el mundo para testimonio a todas las razas, y luego Vendrá el fin. 15 Por tanto, cuando Veáis establecida en el lugar santo la Abominación desoladora, de la cual Habló el profeta Daniel (el que lee, entienda),…”

 

¿Que pasó dentro y fuera del globo terráqueo? Nuestro universo fue creado en red y en cadena. El está conectado milimétricamente como puntos que dependen los unos de los otros. Cada movimiento dentro de la tierra afecta todo el globo y aquello que está fuera de este. El eco de una catástrofe o de una sonrisa, se expande rápidamente y llega a todo el universo creado. Cada puntito en la galaxia hace parte del todo universal. La primera explosión macabra seguida de una segunda infernal obligó al planeta Tierra a salirse de su orbita. Las dos explosiones juntas crearon un campo magnético frontal entre la gravedad de la tierra y la gravedad de la Luna. Ambos seres planetarios repelieron por instante la hermandad y no pudieron contener el desequilibrio. Las dos aliadas inseparables millones de años, se salieron de su cause normal y cotidiano. La tierra no pudo vomitar al exterior cada toxina y la devolvió al suelo terráqueo convertido en energía radioactiva fría.

 

Si cada acto excelso lo convertimos en amor y risa armoniosa equilibrada, no habrá catástrofes obligadas. “El hombre es victima de su propio invento.” Entre mas delictiva sea la acción de los seres humanos mayor será la respuesta de los astros en contra de la vida. Cada punto dentro del universo fue creado en respeto, dignidad y libertad. El estallido de la primera bomba atómica congestionó la ley de gravedad terrenal. La tierra por unos minutos perdió su fuerza gravitacional. Las otras fuerzas y leyes naturales se enfrentaron unas con otras creando un caos Inter-dimensional. La tierra se movió saliéndose de su orbita menos de una millonésima parte de un milímetro. La ley de gravedad de la luna hizo lo mismo y se salio también de su propia orbita. Los dos cuerpos tanto el planeta Tierra como el satélite Luna, fueron impulsados por las dos bombas hacia el Sol. Aunque el tiempo realmente no existe como lo concibe la mente humana, desde entonces sentimos que este pasa más veloz y rápido sobre nuestras vidas. Antes del cruel episodio la vejez no se sentía llegar y nadie se avergonzaba de sus arrugas.

 

La atmósfera de la tierra perdió fuerza y rompió en estallido. Nuestra nave lloró de angustia. La radiación mezclada con polvo y cenizas fue transportada por el aire a miles de kilómetros de distancias del lugar de muerte. Hasta las playas de América llegó la mancha de miedo y muerte. La capa de ozono se debilitó y el aire del planeta quedo contaminado y tomó escapatoria para todos los lados. La radiación aún después de todos esos años, recorre nuestras aguas. También el fenómeno aceleró el proceso de destrucción de nuestra galaxia. Es por eso que hasta los relojes que usamos ahora se descontrolan. La orbita que da la Tierra alrededor del Sol ya no es la misma. De por si en forma natural la Luna poco a poco se aleja de la tierra. Por la crueldad de las explosiones aumentó y anticipó el riesgo de muerte de nuestra galaxia con su Sol y cada uno de sus planetas dentro.

 

El movimiento de los Planetas de esta galaxia en donde habitamos se mueve y corre hacia el Sol. La Galaxia tiene un viaje en sentido contrario al Sol. Ella va camino a coalicionar con la Galaxia Andrómeda. En si este es un fenómeno natural que iba a suceder pero a su tiempo. En unos miles de años Andrómeda se tragará a esta galaxia en donde ahora estamos residenciados. Afuera de la tierra ahora hay más violencia después del hecho. Tanto las explosiones de las bombas atómicas como cada una de las explosiones que producen las otras bombas que se lanzan sobre el firmamento de cada nación y las balas de los fusiles y armas de fuego disparadas debajo de la atmósfera, han generado descontrol rítmico gravitacional. La tragedia y brutalidad del lanzamiento de las bombas y de cada bala o bomba que se siga disparando, hizo y hace posible que el proceso de envejecimiento haya aumentado acortando los años de vida en cada ser viviente. Hoy podemos afirmar sin equivocaciones que hemos acortado la vida de todo el sistema planetario. Nuestras arrugas galácticas no alcanzarán a verse como Dios las había previsto en el tiempo programado.

 

Por el mismo suceso la tierra también dejó de ser compacta y las placas teutónicas se movieron. Las fallas geológicas ahora están más expuestas a temblores, terremotos, maremotos y tsunamis. Los últimos incendios en California, Australia y en otros lugares del mundo, son producto de esa barbarie y es la respuesta de la ley natural en su propia defensa. No nos equivoquemos al pensar que aquello que hacemos mal no se nos devuelve. Los huracanes, tempestades, inundaciones, sequías, plagas, epidemias y los desbordamientos de las aguas en los últimos años, son producto de las macabras bombas del 45. Toda acción negativa que realicemos se nos devuelve. Lamentablemente como no tenemos otra casa para vivir, “pagan justos por pecadores.” Si nos encanta destruir al otro esa misma energía se nos viene encima y acaba con todos nosotros. Es como “quien escupe hacia arriba y se queda quieto debajo de la saliva”. No hay escapatoria y su propia saliva lo baña.

 

Leamos con atención y analicemos sin afanes lo que dice el libro de Apocalipsis Capitulo 1: “4 Juan, a las siete iglesias que Están en Asia: Gracia a vosotros y paz de parte del que es y que era y que ha de venir, y de parte de los siete Espíritus que Están delante de su trono, 5 y de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de entre los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y nos Libró de nuestros pecados con su sangre, 6 y nos Constituyó en un reino, sacerdotes para Dios su Padre; a él sea la gloria y el dominio para siempre Jamás. Amén. 7 He Aquí que viene con las nubes, y todo ojo le Verá: aun los que le traspasaron. Todas las tribus de la tierra Harán Lamentación por él. ¡Sí, amén! 8 "Yo soy el Alfa y la Omega", dice el Señor Dios, "el que es, y que era y que ha de venir, el Todopoderoso." 9 Yo Juan, vuestro hermano y Copartícipe en la Tribulación y en el reino y en la perseverancia en Jesús, estaba en la isla llamada Patmos por causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús. 10 Yo estaba en el Espíritu en el Día del Señor y Oí Detrás de Mí una gran voz como de trompeta, 11 que Decía: "Escribe en un libro lo que ves, y Envíalo a las siete iglesias: a Efeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Tiatira, a Sardis, a Filadelfia y a Laodicea." 12 Di vuelta para ver la voz que hablaba conmigo. Y habiéndome vuelto, vi siete candeleros de oro, 13 y en medio de los candeleros vi a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido con una vestidura que le llegaba hasta los pies y Tenía el pecho ceñido con un cinto de oro. 14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos como la lana blanca, como la nieve, y sus ojos eran como llama de fuego. 15 Sus pies eran semejantes al bronce bruñido, ardiente como en un horno. Su voz era como el estruendo de muchas aguas. 16 Tenía en su mano derecha siete estrellas, y de su boca Salía una espada aguda de dos filos. Su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza. 17 Cuando le vi, Caí como muerto a sus pies. Y puso sobre Mí su mano derecha y me dijo: "No temas. Yo soy el primero y el último, 18 el que vive. Estuve muerto, y he Aquí que vivo por los siglos de los siglos. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades. 19 Así que, escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de éstas. 20 En cuanto al misterio de las siete estrellas que has visto en mi mano derecha, y de los siete candeleros de oro: Las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros son las siete iglesias.”

 

Sin fanatismos, doctrina, religión o imposición temerosa de fe o creencia, tenemos algunas salidas realizables para conservar la vida antes de la destrucción final. Esas las expondré en la próxima carta pastoral con la ayuda de Dios. La vida del humano, animal y vegetal, ya no se podrán quedar en este planeta de acuerdo al tiempo estipulado por el creador. Deberemos buscar otro que está en otra galaxia cercana. Aunque por la distancia parece lejos e imposible de alcanzar para Dios no hay imposibles. Quienes estén vivos lo lograrán. La esperanza estará a la vista para quienes estén vivos en ese futuro. Hoy debemos decir basta de errores y un no rotundo a la guerra. Todos al unísono debemos destruir y desintegrar el total de las armas, desmontando los arsenales nucleares y atómicos. La misma energía que se ha usado para masacrar la tierra y asesinar la vida, la podemos utilizar positivamente para mover a los hijos e hijas de Dios a la otra galaxia que nos espera con amor. Si la ciencia es en beneficio de la vida y de la misma conservación de las especies, bienvenida sea y Dios la bendice.

 

Nota Importante: Tenemos un plan programado a partir del 1 de agosto, del año 2023 y la última semana del mes de diciembre 2023, para explicar el grandísimo problema hambrunal que se acerca para el planeta a partir del año 2028. Recorreremos con la ayuda de Dios, cada uno de los países tanto de América Latina como del Mar Caribe incluyendo las comunidades de pueblos originarios que habitan la extensa región de la Selva Amazonas de Colombia, Brasil, Ecuador y Perú. También estaremos dictando conferencias al respecto sobre la Hambruna que viene, en Canadá, Estados Unidos, Inglaterra y España. Los grupos humanos organizados deben prepararse para la hambruna, multiplicar la información y las estrategias que presentamos para sobrevivir en la tragedia a otros grupos y en cada país. Si usted quiere patrocinar esta misión y financiar viajes, necesidades personales y pormenores, agradecemos hacer un aporte económico como donación a la cuenta de nuestra organización a través de PayPal… Aquí - Dios multiplique su ayuda y solidaridad. Ténganos en cuenta en sus oraciones y rezos. Amén …