20 abr 2019

Peru Gato Encerrado


Los diccionarios definen la palabra “suicidio” como género masculino, este vocablo supone un acto voluntario de atentar contra la vida del suicida, es decir “matarse a sí mismo”. Esta acción se ubica entre las estadísticas como la “cuarta causa” de muerte más frecuente en el mundo, con más de 1.500 protagonistas que se quieren suicidar en cada país ‘civilizado” por día, lo intentan diariamente aunque esta cifra a veces es superada por circunstancias especiales como guerras, narcotráfico, pobreza, pésima distribución de la riqueza, el robo de privilegios y oportunidades, de unos cuantos sobre la mayoría de la población, la diferencia entre quienes nada poseen y aquellos que se han apropiado con formas deshonestas del buen vivir, acumulando riquezas y usurpando el bienestar de las mayorías que sufren el flagelo de la descomposición humana y social.


Sentir el deseo de morir es una connotación que ataca la razón de la especie humana volátil en circunstancias particulares, se tiene como una incapacidad de esperar el futuro y valor para enfrentar retos que la misma sociedad con sus errores y equivocaciones, mostrando a veces un camino errado entre angustias y desequilibrios. La gran mayoría de los suicidas (o un 80%), de los reales muertos o de quienes logran su objetivo, son personas inocentes que injustamente llegaron a un hogar equivocado, aterrizaron en un planeta descompuesto por corrupción, depravación y desviación, de las acciones de mortales terrícolas humanos, que no han logrado salir de la caverna como trogloditas y hacen que los incautos e ingenuos de su misma especie y raza, tomen esta errada decisión.


Los mortales terrícolas humanos, malos, corruptos, depravados y deshonestos, jamás se suicidan, pero son tan torcidos que pueden tramar como drama su propia muerte y como estrategia para escaparse de la justicia, hacen cómplices a otros psicópatas pagando con dinero ilícito la mentira, aun a miembros corruptos de su misma familia, del grupo social o étnico al que pertenecen. Si alguien cree engañar a las mayorías con la mentira de su propia muerte, no lograra llegar muy lejos, su conciencia lo dejara muerto de por vida. Por eso el varón santo de luz lo dijo: “Que los muertos entierren a sus muertos". Quienes usan esta forma farsante del suicidio mentiroso, perderá toda su fortuna, su familia quedara en la ruina en los próximos tres años al montaje trágico, si hacen parte de un partido político, sus integrantes no volverán a gobernar y todo saldrá mal entre sus líderes, el país se lanza a un abismo de miseria hasta tanto no se diga la verdad. La casa del supuesto suicida que no ha muerto quedara maldita con azufre y nadie más la debe habitar porque los pecados del farsante se impregnaran en los espíritus de sus vivientes como papel o lija.


Uno de los casos que tomó por sorpresa al mundo falso de la comunicación, se dio recientemente en Perú (Sur América), en donde uno de sus exponentes faranduleros aparentemente se dio un tiro en su cabeza, narraron sus aliados que le entro por la nuca el disparo y la bala salió por sus sesos”. El “político” según versiones preliminares de algunos facultativos de la ciencia médica, sufría de problemas mentales con síntomas de esquizofrenia, de temperamento arrogante y soberbio, vivaracho en la manipulación de la información, un pequeño Napoleón porque, aunque de cuerpo gigante no logro desatar las sandalias ni siquiera al escolta cercano de Carlos V. Este gobernante europeo es el autor de la controvertida frase: “Sobre mis dominios jamás se opondrá el sol”. El sol no sólo se opuso a Carlos V al morir, si no que su nación perdió todos los territorios invadidos en otros lares, nunca más ese país se volvió a levantar después de la muerte del nombrado comediante de la monarquía y fue mal gobernante. No sabemos si peor al del “Paquete chileno” de la desigualdad trágica y burla a la justicia entre las carcajadas de los brujos de la burguesía anacrónica que muere apestosa sin suicidarse.


Los retrógrados periódicos y la terrorífica prensa latinoamericana están acostumbrados a ser sensacionalistas, mentirosos y farsantes. Sus periodistas aman mostrar fotografías en donde hay sangre humana fresca y muerte, están siempre impresos de falsas notas, con vídeos venden morbosidad estrafalaria y las ganas de sangre humana en la noticia hace aumentar la codicia de sus vampiros. Los mismos hacen alarde a la guerra con sus protagonistas que los tildan de héroes, sus titulares siempre llevan la firma cavernícola de la manipulación masiva a las poblaciones castas y sobre la verdad, una mentira para el enriquecimiento viciado hasta del producto de los alcalinos. Sin embargo, con la noticia del suicidio del comediante político del cartel mafioso, ningún medio de comunicación presento el rostro ensangrentado del muerto o el disparo sobre el rostro del “protagonista”. No hemos visto las paredes del cuarto donde se generó el suicidio con las manchas de sangre ni siquiera del cuervo que genero la incertidumbre entre incautos e ignorantes.


El cuerpo que el pueblo quería observar con sus ojos del viejo comediante mañoso, no lo pudo ver, simplemente el episodio se convirtió en un ataúd que circulo por algunas calles de la ciudad de Lima con varios carruajes moribundos, aparentando que allí se llevaba a un personaje de la historia y rápidamente después de algunas "lágrimas de cocodrilo" enfermo fue “cremado”, como para que en el futuro ninguna autoridad de los gobiernos del futuro, puedan desenterrar el cadáver con sus huesos para comprobar el real episodio y desenmascarar la patraña. Con un puñado de cenizas tomadas de la quema de un arbusto en una vasija de los remiendos, se logró calmar las ganas de ver al anciano que quiso suponer una "cruel despedida" y recordamos que por 30 monedas de plata “Judas traiciono a su Maestro” y de paso se tomó el vino de la última semana santa de lunáticos. Si hubo engaño y se comieron el cuento, es porque ya no hay una salida inteligente a la crisis de la corrupción en la misma justicia, no habrá remedio para semejante enfermedad social humana de la putrefacción de las células inteligentes de la raza humana, la plaga reinante está llegando al gran final hasta desaparecer como seres vivos pensantes entre los universos existentes y ningún espacio los volverá a recibir porque no "habrá cama para semejante escalofrío que produce esos nidos de ratas.


La persona (varón o mujer), que se suicida mayor de 18 años, pierde todos los derechos y logros alcanzados durante su permanencia en la tierra en la verdad. El espíritu de un suicida se queda en la tierra hasta tanto no cumpla su edad de misión o estadía en la tierra, no saldrá de la forma terrícola como espíritu gelatina o silueta que el mismo experimentara, vivirá en un permanente sueño como si estuviera vivo o viva, cree que aún no ha muerto hasta que logra recordar el hecho del suicidio y trata de elevarse al firmamento con dificultad. Un recto de corazón le debe ayudar con oraciones y rezos o un grupo de varones y mujeres probos en la verdad. El alma de él o de ella, sigue viviendo como silueta, ocupando el mismo espacio que tenía antes de morir y nadie lo puede oír. El “muerto” cree estar vivo y visita algunos lugares por donde acostumbraba a estar en vida.


Algunas personas lo ven sobre todo aquellas que tienen el sentido extrasensorial despierto y otras pueden conversar con el mismo espíritu en estado de trance natural cuando avanzan en su conciencia. Hay sacerdotes en las distintas religiones y creencias, que tienen el don para que el espíritu realmente abandone la tierra a través de una ceremonia para el viaje obligado fuera del planeta tierra. Algunos espíritus de suicidas “muertos” molestan y juegan con sus enemigos, varios mortales terrícolas humanos se enloquecen cuando el espíritu de un suicida se les aparece en las horas de la madrugada y sin darse cuenta tienen en trance el poder de ver lo intangible y si odiaban al suicida son afectados en su estado mental. Veremos en los próximos meses a lideres políticos de esa nación visitar con frecuencia a los psiquiatras como para que el muertito farsante logre otro de sus objetivos y es derribar del trono a quienes le robaron otros de sus privilegios y que ocuparon las sillas de sus compinches.


A las personas que se suicidan no se les puede ni pasar por el horno crematorio sino enterrar bajo la grama en donde debe bajar todo cristiano o no cristiano de bien y aun los corruptos. La cremación es un acto sólo para demonios y espíritus inmundos, los cuerpos inertes (sin vida), de un mortal terrícola humano, debe bajar a la sepultura por obligación a la descomposición natural para que, en la resurrección, sus huesos se puedan juntar de nuevo para vivir eternamente con su propia esencia con eso que es y será en la eternidad según merece. Para los animales y plantas también es aconsejable enterrarlas cuando mueren, ellas y ellos ayudan al equilibrio del planeta y al equilibrio de los ecosistemas debajo de la capa nutrientes de la tierra.


Quien engaña con la patraña del suicidio es un desalmado sin igual harapiento, la vida le cobrara con creces tal drama y no volverán a florecer en su casa ni orquídeas y nunca más claveles o rosas. Los menores y menoras de edad que se suicidan salen rápido de la tierra como espíritus. De acuerdo con las circunstancias se les puede autorizar el regreso a la misma tierra o a otra tierra. El pecado de un suicida menor de edad lo cargan los progenitores biológicos porque quien engendra y quien concibe es responsable de cada acción de un hijo o hija así no lo haya legitimado en su apellido hasta su mayoría de edad que es 22 años cronológicos para humanos terrícolas. Todos los mortales siempre han hecho parte del sonido y traen un nombre de pila por encima de la ley terrícola de los humanos y la silueta del sonido es eterna no para quienes pasen su cadáver por un horno crematorio.


La vida es un don maravilloso a la que todos deben cuidar, proteger y alabar. La ciencia podrá aparentar realizar proezas en sus experimentos, pero jamás lograra crear espíritus irrepetibles y únicos como son cada uno de los mortales terrícolas humanos y fueron creados para el amor y el servicio sin distinción a equidad, dignidad, igualdad y/o bienestar. En lo posible lo mejor es ayudar a vivir con dignidad y evitar la muerte. Los asesinos jamás saldrán en espíritu de la tierra y su esencia se quedará en el hueco del azufre debajo de los volcanes aun hasta después de la resurrección y solo saldrán con la autorización expresa del Creador o de uno de sus mensajeros.

Nota Importante: Tengo un plan programado a partir del 1 de agosto, del año 2023 y la última semana del mes de diciembre 2026, para explicar el gravísimo problema hambrunal que se acerca para el planeta y recorreré con la ayuda de Dios, cada uno de los paises tanto de America Latina como del Mar Caribe incluyendo todas las comunidades de los pueblos originarios que habitan la extensa región de la Selva Amazonas de Colombia, Brasil, Ecuador y Perú. También estaré dictando conferencias al respecto sobre la Hambruna que viene, en Canadá, Estados Unidos, Inglaterra y España, para que los grupos humanos organizados se preparen para la hambruna y multipliquen la información a otros grupos del país que representan.

Si tu gentil y voluntariamente quieres patrocinar esta misión, para financiar viajes, necesidades personales y pormenores, te agradezco hacer un aporte económico como donación a la cuenta de nuestra organización a través de PayPal… Aquí … Dios multiplique vuestra ayuda y vuestra solidaridad. Téngame también en cuenta en vuestras oraciones y vuestros rezos. Amén … 


1 comentario:

Rivete escritor. dijo...

Buen anilisis,de la podredumbre del genero humano político social,ni el mal,ni el engaño deben de ganar,Dios con nosotros.