Los
diccionarios definen la palabra “suicidio” como género masculino, este vocablo
supone un acto voluntario de atentar contra la vida del suicida, es decir
“matarse a sí mismo”. Esta acción se ubica entre las estadísticas como la
“cuarta causa” de muerte más frecuente en el mundo, con más de 1.500
protagonistas que se quieren suicidar en cada país ‘civilizado” por día, lo
intentan diariamente aunque esta cifra a veces es superada por circunstancias
especiales como guerras, narcotráfico, pobreza, pésima distribución
de la riqueza, el robo de privilegios y oportunidades, de unos cuantos sobre la
mayoría de la población, la diferencia entre quienes nada poseen y aquellos
que se han apropiado con formas deshonestas del buen vivir, acumulando riquezas
y usurpando el bienestar de las mayorías que sufren el flagelo de la
descomposición humana y social.
Sentir el
deseo de morir es una connotación que ataca la razón de la especie humana
volátil en circunstancias particulares, se tiene como una incapacidad de
esperar el futuro y valor para enfrentar retos que la misma sociedad con
sus errores y equivocaciones, mostrando a veces un camino errado entre angustias y
desequilibrios. La gran mayoría de los suicidas (o un 80%), de los reales muertos o de
quienes logran su objetivo, son personas inocentes que injustamente llegaron a
un hogar equivocado, aterrizaron en un planeta descompuesto por corrupción,
depravación y desviación, de las acciones de mortales terrícolas humanos, que no han logrado
salir de la caverna como trogloditas y hacen que los incautos e ingenuos de su misma especie y raza, tomen
esta errada decisión.
Los mortales
terrícolas humanos, malos, corruptos, depravados y deshonestos, jamás se
suicidan, pero son tan torcidos que pueden tramar como drama su propia muerte y como estrategia para escaparse de la justicia, hacen cómplices a otros psicópatas pagando con
dinero ilícito la mentira, aun a miembros corruptos de su misma familia, del grupo
social o étnico al que pertenecen. Si alguien cree engañar a las mayorías con
la mentira de su propia muerte, no lograra llegar muy lejos, su conciencia lo
dejara muerto de por vida. Por eso el varón santo de luz lo dijo: “Que los
muertos entierren a sus muertos". Quienes usan esta forma farsante del suicidio
mentiroso, perderá toda su fortuna, su familia quedara en la ruina en los
próximos tres años al montaje trágico, si hacen parte de un partido político, sus integrantes
no volverán a gobernar y todo saldrá mal entre sus líderes, el país se lanza a un abismo de miseria hasta
tanto no se diga la verdad. La casa del supuesto suicida que no ha muerto quedara
maldita con azufre y nadie más la debe habitar porque los pecados del farsante se
impregnaran en los espíritus de sus vivientes como papel o lija.
Uno de los
casos que tomó por sorpresa al mundo falso de la comunicación, se dio
recientemente en Perú (Sur América), en donde uno de sus exponentes faranduleros aparentemente se dio un tiro en su cabeza, narraron sus aliados que le entro por la nuca el disparo y
la bala salió por sus sesos”. El “político” según versiones preliminares de
algunos facultativos de la ciencia médica, sufría de problemas mentales con
síntomas de esquizofrenia, de temperamento arrogante y soberbio, vivaracho en
la manipulación de la información, un pequeño Napoleón porque, aunque de cuerpo
gigante no logro desatar las sandalias ni siquiera al escolta cercano de Carlos V. Este gobernante
europeo es el autor de la controvertida frase: “Sobre mis dominios jamás se
opondrá el sol”. El sol no sólo se opuso a Carlos V al morir, si no que su nación perdió todos los
territorios invadidos en otros lares, nunca más ese país se volvió a levantar
después de la muerte del nombrado comediante de la monarquía y fue mal gobernante. No sabemos si peor al
del “Paquete chileno” de la desigualdad trágica y burla a la justicia entre las carcajadas de los brujos de la burguesía anacrónica que muere apestosa sin suicidarse.
Los retrógrados
periódicos y la terrorífica prensa latinoamericana están acostumbrados a ser
sensacionalistas, mentirosos y farsantes. Sus periodistas aman mostrar fotografías
en donde hay sangre humana fresca y muerte, están siempre impresos de falsas notas, con
vídeos venden morbosidad estrafalaria y las ganas de sangre humana en la noticia hace aumentar la codicia de sus vampiros. Los mismos
hacen alarde a la guerra con sus protagonistas que los tildan de héroes, sus
titulares siempre llevan la firma cavernícola de la manipulación masiva a las
poblaciones castas y sobre la verdad, una mentira para el enriquecimiento viciado hasta del
producto de los alcalinos. Sin embargo, con la noticia del suicidio del comediante político del cartel mafioso, ningún
medio de comunicación presento el rostro ensangrentado del muerto o el disparo sobre
el rostro del “protagonista”. No hemos visto las paredes del cuarto donde se
generó el suicidio con las manchas de sangre ni siquiera del cuervo que genero la incertidumbre entre incautos e ignorantes.
El cuerpo
que el pueblo quería observar con sus ojos del viejo comediante mañoso, no lo pudo ver, simplemente el
episodio se convirtió en un ataúd que circulo por algunas calles de la ciudad
de Lima con varios carruajes moribundos, aparentando que allí se llevaba a un personaje de la historia y rápidamente después de algunas "lágrimas de cocodrilo" enfermo fue “cremado”, como para que en el futuro ninguna
autoridad de los gobiernos del futuro, puedan desenterrar el cadáver con
sus huesos para comprobar el real episodio y desenmascarar la patraña. Con un puñado de cenizas tomadas de
la quema de un arbusto en una vasija de los remiendos, se logró calmar las ganas de ver al anciano que quiso suponer una "cruel despedida" y recordamos que por 30 monedas de
plata “Judas traiciono a su Maestro” y de paso se tomó el vino de la última semana santa de lunáticos. Si hubo engaño y se comieron el cuento, es porque ya no hay una
salida inteligente a la crisis de la corrupción en la misma justicia, no habrá remedio para semejante enfermedad
social humana de la putrefacción de las células inteligentes de la raza humana, la plaga reinante está llegando al gran final hasta desaparecer como seres vivos pensantes entre los universos existentes y ningún espacio los volverá a recibir porque no "habrá cama para semejante escalofrío que produce esos nidos de ratas.
La persona
(varón o mujer), que se suicida mayor de 18 años, pierde todos los derechos y
logros alcanzados durante su permanencia en la tierra en la verdad. El espíritu de un
suicida se queda en la tierra hasta tanto no cumpla su edad de misión o estadía
en la tierra, no saldrá de la forma terrícola como espíritu gelatina o silueta que el mismo experimentara, vivirá en un permanente
sueño como si estuviera vivo o viva, cree que aún no ha muerto hasta que logra
recordar el hecho del suicidio y trata de elevarse al firmamento con dificultad. Un recto de corazón le debe ayudar con oraciones y rezos o un grupo de varones y mujeres probos en la verdad. El alma de él o de ella, sigue viviendo como silueta, ocupando el mismo
espacio que tenía antes de morir y nadie lo puede oír. El “muerto” cree estar vivo y
visita algunos lugares por donde acostumbraba a estar en vida.
Algunas personas
lo ven sobre todo aquellas que tienen el sentido extrasensorial despierto y
otras pueden conversar con el mismo espíritu en estado de trance natural cuando avanzan en su conciencia. Hay
sacerdotes en las distintas religiones y creencias, que tienen el don para que
el espíritu realmente abandone la tierra a través de una ceremonia para el
viaje obligado fuera del planeta tierra. Algunos espíritus de suicidas
“muertos” molestan y juegan con sus enemigos, varios mortales terrícolas
humanos se enloquecen cuando el espíritu de un suicida se les aparece en las
horas de la madrugada y sin darse cuenta tienen en trance el poder de ver lo
intangible y si odiaban al suicida son afectados en su estado mental. Veremos en los próximos meses a lideres políticos de esa nación visitar con frecuencia a los psiquiatras como para que el muertito farsante logre otro de sus objetivos y es derribar del trono a quienes le robaron otros de sus privilegios y que ocuparon las sillas de sus compinches.
A las
personas que se suicidan no se les puede ni pasar por el horno crematorio sino enterrar bajo la grama en
donde debe bajar todo cristiano o no cristiano de bien y aun los corruptos. La cremación es un acto
sólo para demonios y espíritus inmundos, los cuerpos inertes (sin vida), de un mortal terrícola
humano, debe bajar a la sepultura por obligación a la descomposición natural para que, en
la resurrección, sus huesos se puedan juntar de nuevo para vivir eternamente con
su propia esencia con eso que es y será en la eternidad según merece. Para los animales y plantas también es
aconsejable enterrarlas cuando mueren, ellas y ellos ayudan al equilibrio del
planeta y al equilibrio de los ecosistemas debajo de la capa nutrientes de la
tierra.
Quien engaña
con la patraña del suicidio es un desalmado sin igual harapiento, la vida le cobrara con
creces tal drama y no volverán a florecer en su casa ni orquídeas y nunca más claveles o rosas. Los menores y menoras de edad que se
suicidan salen rápido de la tierra como espíritus. De acuerdo con las
circunstancias se les puede autorizar el regreso a la misma tierra o a otra
tierra. El pecado de un suicida menor de edad lo cargan los progenitores
biológicos porque quien engendra y quien concibe es responsable de cada acción
de un hijo o hija así no lo haya legitimado en su apellido hasta su mayoría de edad que es 22 años cronológicos para humanos terrícolas. Todos los mortales siempre
han hecho parte del sonido y traen un nombre de pila por encima de la ley
terrícola de los humanos y la silueta del sonido es eterna no para quienes pasen su cadáver por un horno crematorio.
La vida es
un don maravilloso a la que todos deben cuidar, proteger y alabar. La ciencia
podrá aparentar realizar proezas en sus experimentos, pero jamás lograra crear espíritus
irrepetibles y únicos como son cada uno de los mortales terrícolas humanos y
fueron creados para el amor y el servicio sin distinción a equidad, dignidad,
igualdad y/o bienestar. En lo posible lo mejor es ayudar a vivir con dignidad y
evitar la muerte. Los asesinos jamás saldrán en espíritu de la tierra y su
esencia se quedará en el hueco del azufre debajo de los volcanes aun hasta después de la resurrección y solo saldrán
con la autorización expresa del Creador o de uno de sus mensajeros.
Nota Importante: Tengo un plan programado a partir del 1 de agosto, del año 2023 y la última semana del mes de diciembre 2026, para explicar el gravísimo problema hambrunal que se acerca para el planeta y recorreré con la ayuda de Dios, cada uno de los paises tanto de America Latina como del Mar Caribe incluyendo todas las comunidades de los pueblos originarios que habitan la extensa región de la Selva Amazonas de Colombia, Brasil, Ecuador y Perú. También estaré dictando conferencias al respecto sobre la Hambruna que viene, en Canadá, Estados Unidos, Inglaterra y España, para que los grupos humanos organizados se preparen para la hambruna y multipliquen la información a otros grupos del país que representan.
Si tu gentil y voluntariamente quieres patrocinar esta misión, para financiar viajes, necesidades personales y pormenores, te agradezco hacer un aporte económico como donación a la cuenta de nuestra organización a través de PayPal… Aquí … Dios multiplique vuestra ayuda y vuestra solidaridad. Téngame también en cuenta en vuestras oraciones y vuestros rezos. Amén …
1 comentario:
Buen anilisis,de la podredumbre del genero humano político social,ni el mal,ni el engaño deben de ganar,Dios con nosotros.
Publicar un comentario